El eje temático elegido es de suma actualidad dado que es por todos conocido que la escuela ya no tiene el monopolio del saber ni es el único lugar donde se aprende. Las posibilidades que brindan las TIC para adquirir y producir nuevos conocimientos y aprendizajes es un campo que se empieza a explorar, no sin dificultades. Es bueno recordar que quienes estamos involucrados en las tareas de enseñar y aprender tenemos ante nosotros un enorme desafío que nos plantean las nuevas tecnologías, y que nos exigen nuevas alfabetizaciones, nuevos aprendizajes y una disposición constante para actualizarnos. Sólo así podremos cumplir con eficiencia y eficacia el rol de educadores en este nuevo siglo, incierto, vertiginosamente cambiante, y con retos cotidianos no solo en lo tecnológico sino en lo socio-afectivo y cultural.
Sabemos por experiencia histórica que muchos temas o problemas que creíamos superados suelen aparecer nuevamente a través de diferentes conflictos al interior de cada país y entre países. La construcción de una sociedad y de un mundo más justo e igualitario es una tarea inacabada que nos involucra a todos y plantea cotidianamente nuevos desafíos. No basta con avances legales para asegurar la permanencia de los cambios, es necesario que haya avances culturales y morales en sistemas ampliamente democráticos que garanticen la inclusión de todos y todas en el contexto social local, nacional e internacional. El racismo, la discriminación por razones varias, las guerras pro motivos religiosos, económicos, la pobreza, la marginalidad, el hambre que contrasta con la abundancia de unos pocos, el consumismo, entre otros males, son solo algunos ejemplos de violencia simbólica y física que azotan a la humanidad y atentan contra el primer derecho: el derecho a la vida.
Los temas elegidos para presentar aquí, se relacionan con esta preocupación por una sociedad donde predominan las conductas violentas e intolerantes, y que afectan de manera particular a los jóvenes. Estimo están presentes en todos los contextos sociales y espaciales de nuestro país y del mundo, Se trata de abordar problemáticas que preocupan y ocupan a nuestros jóvenes, y que no solo se trabajan en lo curricular, sino que vivencian de manera directa o indirecta a través de los medios masivos de comunicación. Las propuestas descriptas tienen la finalidad de que puedan acercarse a las mismas con un criterio o sentido de sensibilización, reflexión, análisis, comprensión, difusión y concienciación; y que a través de las TIC puedan interesarse por medio de las herramientas de aprendizaje brindadas (y más allá del conocimiento específico), en continuar con la temática más allá del espacio y del tiempo escolar, con acciones concretas de intervención en su comunidad, como lo es el caso de la violencia de género contra las mujeres,. Este es solo un aspecto o forma de violencia, pero que incluye muchas otras situaciones que el tema disparará generando la inquietud por abordarlos sino en la escuela, en su comunidad, incluyendo otros géneros, el bullying y otras formas de conductas violentas que dañan a muchos individuos y al tejido social, con intolerancia, incomprensión e ignorancia. Hay muchas formas de matar y afectar la vida.
Los ancianos, los niños y los jóvenes suelen ser los grupos más vulnerables a las desigualdades e injusticias sociales, los más afectados por las realidades descriptas, y es por eso que estando en pleno proceso de construcción de sus identidades es necesario afrontar aspectos del mismo, como los rasgos identitarios que elegimos abordar a través de la música. Es un aporte más para hacerles reflexionar sobre elecciones respecto de las cuales muchas veces no se toma nota o conciencia y que pueden estar incidiendo o determinado conductas que no siempre contribuyen con la tolerancia y la paz social. De la misma manera puede ser un motivo de encuentro y aceptación con el otro, desde las diferencias, con debates y discusiones que lleven a la reflexión y entendimiento mutuo. En ese intento de encontrarse con el otro y aceptarse, los adultos también tenemos temas pendientes, y la escuela cumple un rol central en lo socio-afectivo por ser aún el lugar público común de socialización de los jóvenes y niños, debiendo redefinir y resignificar en su interior las prácticas pedagógico-didácticas y convivenciales de manera constante, con el nuevo desafío que plantean las TIC, a través de diversos aparatos electrónicos que son familiares a las culturas juveniles y que marcan también rasgos identitarios y sentido de pertenencia, más allá de las clases sociales,. El rol del Estado es importante en materia de inclusión educativa y social, complementarias, para evitar que a las desigualdades existentes se agregue otra, la brecha digital, por lo que la conectividad de todos y el acceso a la misma sea universal..
Por último, es de esperar en el futuro una sociedad de aprendizajes constante y cambiantes, formales e informales, que con la irrupción de las nuevas tecnologías y alfabetizados adecuadamente para la utilización de las mismas, nos permitan construir nuevos conocimientos, innovar y crear, de manera colaborativa y autónoma a la vez. Y como todo proceso de construcción cultural no es permanente sino dinámico y sujeto a cambios, la escuela no podrá evitarlos en su cultura material y simbólica para poder seguir cumpliendo a través de sus actores institucionales un rol central, valioso y significativo en la construcción de una sociedad más justa, equitativa e igualitaria. Sólo así lograremos construir un nuevo orden social, económico, político y cultural, en el cual todos los seres humanos tengan un espacio y objetivos para ser incluidos y desarrollar su proyecto de vida, con responsabilidad personal y social. Las dificultades a superar incluyen las segmentaciones, fragmentaciones y desafiliaciones varias no solo en el sistema educativo, sino también en la sociedad en general.

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