Las TIC en movimiento: acciones y tensiones en clave presente

La creciente preocupación por atender determinadas características de los alumnos en la clase de Educación Física, como pueden ser: un escaso acervo motor y limitados conocimientos teóricos y/o prácticos sobre su propio cuerpo y los deportes, las cuales responden a factores multicausales que no serán tratados aquí, hacen que esta preocupación se transforme, al mismo tiempo,  en un desafío, no solo por ajustar las propias prácticas a la necesidad del grupo, sino también por integrar las TIC como recurso potenciador en la interrelación conocimiento-movimiento, el cual “aporta a la calidad de la enseñanza y de los aprendizajes, en tanto sea incluida desde una perspectiva multidimensional que contemple sus potencialidades para la actualización curricular, la construcción de conocimiento y la apropiación  de diversos lenguajes para la expresión”. (Consejo Federal de Educación, 2010). Si bien, para su aplicación se requiere de algún tipo de perfeccionamiento docente y disponibilidad de recursos tecnológicos para su implementación, esta nos permitiría imprimirle mayor calidad a las trayectorias escolares de nuestros jóvenes, haciéndolos parte también de la propuesta a través del empoderamiento, acrecentando de esta manera sus trayectorias educativas[1]. La escuela que integra curricularmente las TIC, dice Terigi (2010), avanza, desafiando y extendiendo los límites representados por las paredes del edificio y por el tiempo escolar. Esto nos conduce a los docentes a un nueva oportunidad de dialogo intergeneracional, en el cual se renueven vínculos desgastados por propuestas lejanas. La nueva tarea nos convoca a poner en práctica toda nuestra creatividad, de forma conjunta con los recursos que estén a  nuestro alcance, para desarrollar en los adolescentes la inquietud de superación y progreso por medio de las construcciones significativas sin olvidar los objetivos que nos proponemos en cada clase, en cada encuentro que tenemos con estos jóvenes dentro del aula y, ahora también, fuera de ella.


[1] Cfr. Terigi, F. (2010). “El saber pedagógico frente a la crisis de la monocromía”, en Educar, saberes alterados.

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