Tensiones y reflexiones en torno a las TIC
A lo largo del segundo foro de prácticas, propuesto desde la Especialización, nos fue posible encontrar tantas posturas como participaciones realizadas, las cuales fueron luego agrupándose en determinados aspectos de interés como son: la implementación de las TIC en el aula, los recursos disponibles, las diversas características de nuestros jóvenes y sus conocimientos previos, los alcances reales de las nuevas propuestas en sus trayectorias escolares y la escasa formación docente en el tema, entre otros. Cabe destacar, la participación responsable y recargada de experiencias educativas, las cuales fueron promoviendo un grato espacio de tensión y reflexión conjunta en torno a la inclusión de las TIC en nuestras propuestas educativas. De estas intervenciones sedesprende una síntesis de palabras que fueron cobrando fuerza en su repetición, cuestión que nos invita a dialogar con su potencia y presencia, que en quehacer escolar diario se transforman en acciones, decisiones y propuestas educativas dirigidas a una nueva cultura juvenil.
Wordle creado a partir de las intervenciones realizadas por los docentes en el Foro de Prácticas 2. Se tomaron de cada intervención las ideas, intenciones y conjeturas pedagógicas, que dan cuenta de la invención de la cultura escolar que está aconteciendo hoy en nuestros pensamientos, nuestras sensibilidades y nuestras acciones.
Esta cultura juvenil, tan diferente a la de los mayores se plantea como una de las causas de la brecha generacional, que se piensa como ruptura en términos de intercambio y transmisión de una generación a otra. Es aquí también, en donde esta ruptura es la base de las dificultades de la escuela para constituirse como transmisora cultural, dice Tiramonti (2014), y agrega, la escuela hoy se ha transformado en un lugar de enfrentamiento entre la cultura letrada y la audiovisual. El cambio posible en el proyecto cultural de la escuela se puede generar solo si se trata de reconocer a las nuevas tecnologías de comunicación como estrategias de conocimiento, y no como auxiliares de la tarea escolar. En sintonía con lo anterior, y focalizándose en el aspecto curricular, Urresti (2014), plantea que el curriculum, en tanto organizador de los saberes y de la secuencia de su adquisición, contempla, o lo hace con cierta dificultad, la complejidad en las transiciones juveniles escolares. Atendiendo a esto, se deben imaginar propuestas curriculares que supongan otras regulaciones temporales diferentes, repensando las relaciones personales y de autoridad inter a intra generacionales y un curriculum que suponga una relación con el conocimiento que de lugar a una experiencia cultural moldeada por la experiencia masmediática, sin reproducirla.
Las impresiones compartidas desde el enfoque de Urresti, respecto al curriculum, y en particular de la relación curriculum, conocimiento y experiencia con las nuevas tecnologías, nos acercan a otro aspecto en tensión que impactaría de lleno en lo que significa nuestras –nuevas o reinterpretadas- propuestas educativas. Podemos coincidir en que la llegada del programa Conectar Igualdad permitió el acceso alterado a las tecnologías, esta situación no garantizó su apropiación y uso para el desarrollo de un conocimiento más complejo. Y sobre lo ultimo, cabe preguntarnos entonces, y reflexionar, en qué medida nos posicionamos nosotros y a nuestros alumnos en un rol de productores culturales o de pasivos reproductores de lo ya conocido[1]. Sobre este aspecto Philppe Meirieu (2010) nos propone pensar sobre cómo vamos a enfrentar a estos problemas educativos completamente nuevos, que nos requieren con atención, conocimiento y abordaje inmediato. Así mismo, nos enfrenta y alienta como educadores a cuestiones del quehacer cotidiano: “Podemos lamentarnos, quejarnos de que ya no tenemos recetas conocidas y sin estar seguros de obrar bien. Pero también podemos alegrarnos de que, en vez de reproducir nuestra educación, tengamos que inventar otras maneras de enseñar y producir conocimiento. Podemos lamentar también el declive de lo que llamamos autoridad, aunque en realidad no era más que un poder de normalización social delegado de generación en generación. Podemos sentir cierta nostalgia por los tiempos en el que niños y jóvenes no tenían más opción que ser sumisos o relegados. Pero también podemos preguntarnos sino podemos aprovecharlo para dejarles que tracen su propio camino, crear una sociedad capaz de definir el interés general con una deliberación exigente”[2].
Con la intención de seguir tensionando y reflexionando sobre nuestro presente educativo recargado de nuevos encuentros y desencuentros de todo tipo, comparto la expresión de Falconi (2004), que plantea que en la producción cultural de los jóvenes hay una explícita, aunque dispersa, propuesta de cambio social.
[1] Cfr. Southwell, M. (2013) IX Foro Latinoamericano de Educación. La escuela ante nuevos desafíos: participación, ciudadanía y nuevas alfabetizaciones. Santillana, Buenos Aires.
[2] Meirieu, P. (2010) Una llamada de atención. Carta a los mayores sobre los niños de hoy. Ariel, Barcelona.
Imagen 1: Extraída de la web (palabra clave educación+tic).
Imagen 2: Extraída del ciclo de formación Diploma Superior en Curriculum y Prácticas Escolares en Contexto – Cohorte 22, Año 2013.