Los saberes de la cultura digital y la producción de tejido social

La irrupción de la cultura digital en la escuela plantea nuevos desafíos a su potencial democratizador; retoma el papel político que tiene la misma. En este sentido surgen algunas cuestiones a considerar.

Una de esas cuestiones es la de pensar los saberes de la cultura digital como puentes (Ranciere)  entre las culturas infantiles y juveniles y la cultura escolar. Para ello es fundamental la concepción de los mismos como sujetos sociales en un proceso de ampliación de autonomía. Además, es importante desmitificar que los alumnos manejan fluidamente las TICs y la escuela poco tiene que enseñar. Si bien pueden estar inclinados y familiarizados con su uso, el aprovechamiento y la mirada crítica sobre las mismas es una tarea de la enseñanza. Se revaloriza así la función adulta de cuidado (Antelo) que de no estar presente los dejaría librados al desamparo (Zelmanovich) y a la lógica del mercado (Fernández Enguita).

Esto lleva a considerar la importancia de profundizar el análisis de las experiencias sobre el uso de las nuevas tecnologías en la escuela  para integrarlas con prácticas tradicionales en busca de la continuidad  de los aprendizajes (Chartier). No se trata de hacer lo de siempre pero con nuevo formato, sino de buscar las posibilidades de enseñanza y aprendizaje de estos recursos.Para eso es necesario concebir las pantallas del mundo digital  como pantallas al mundo (Massone), no como competencia a la cultura escolar. Además convendría revitalizar el valor de actividades permanentes en el aprendizaje de la lectura y la escritura, actividades que favorezcan la constitución de hábitos de aprendizaje y no rutinas (Romero).

Otro aspecto a analizar es el de los efectos de la cultura digital en la selección y estructura del currículo Entre los desafíos que surgen al respecto está el de pensar en qué modelos organizacional y pedagógico (Terigi) implica la enseñanza de estos saberes en función de una propuesta tendiente a la autonomía de los sujetos, a su inclusión y a la democratización de la sociedad. Podríamos pensar que la producción de estos saberes abra las posibilidades de constituirse en socialmente productivos,  de generar tejido social.

Este último punto se relaciona con la noción y el ejercicio de la ciudadanía desde las posibilidades que aportan las nuevas tecnologías. Aquí se juega el papel central de la escuela como institución del Estado responsable de garantizar el pleno ejercicio de los derechos de los ciudadanos, en la democratización de la sociedad. ¿Cómo puede garantizar la escuela el acceso masivo a los saberes de la cultura digital? ¿Cómo evitar las desigualdades, la constitución de mercados educativos que producen segregación social (Veleda)?

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