Archivo por días: 2 septiembre, 2014

Trascender tiempos y espacios: reflexiones sobre un cambio

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El surgimiento de la escuela se consolidó en torno a las tecnologías ligadas a la lectura y la escritura disponibles a fines del siglo XIX: el libro, la pizarra, el pizarrón, el cuaderno, el lápiz. ¿Será momento de pensar en nuevos objetos en la cultura escolar?

Brito[1] nos habla de la motivación como una dimensión que no sólo representa una demanda para los profesores en relación con los estudiantes, sino que también los alcanza a ellos. El ensayo de formas para captar la atención y el interés de los alumnos, y encontrar así reconocimiento, implica la búsqueda de la propia motivación. Nuevos modos de pensar el tiempo y el espacio pueden darnos pautas para considerar tanto nuestra propia motivación como la de nuestros alumnos.

“Se trata de incluir y acompañar a los docentes en la compleja tarea de entender e intervenir en la nueva escena escolar, teniendo como horizonte el cumplimiento del derecho a la inclusión justa de sus alumnos.” (Brito, 2009, p. 19).


[1] Brito, A. Acerca de un desencuentro: la mirada de los profesores sobre los alumnos de la escuela secundaria en Argentina, Revista Iberoamericana de Educación Nº 51, (2009), pp. 139-158.  

Trascender tiempos y espacios: la cultura digital y la escuela

En cuanto a la primera experiencia, surgen preguntas como “¿estás?”, ¿acá o en el espacio virtual?”. La presencia de aparatos portátiles como los celulares permite “estar y no estar” en varios lugares a la vez; lo escolar y lo no escolar ya no se define por los límites de tiempo y espacio de la escuela. Pero el afán de querer mostrar todo lo que estamos haciendo o pensando nos quita a veces la posibilidad real de “estar”. Andrea Brito[1] señala que dentro del marco de condiciones necesarias para llevar a cabo la tarea educativa, el encuentro entre docentes y discentes resulta de importancia central. Si bien en este caso el “trascender” tenía que ver con lo que estaba sucediendo en el aula, los nuevos objetos pueden resultar en distracciones en cuanto a la “división de la atención”[2]. Pero (retomando a Brito) la confianza mutua y el reconocimiento recíproco entre quienes integran la escena escolar como condición para el logro de procesos efectivos de enseñanza y aprendizaje, nos lleva a pensar en consensos y acuerdos  respecto al “estar” y a los objetos.

Estamos ante una massmediatización de la experiencia social (Clase 5), es decir, del avance de los medios masivos de comunicación y su influencia en la cultura. Una experiencia individual llega, a través de Facebook, a gran cantidad de receptores.

Un problema respecto a los mails es el “ruido” que puede haber en el proceso; si bien el mail trasciende el tiempo (se puede leer  en cualquier momento) y el espacio meramente institucional, las dificultades surgen cuando los mails “no llegan”, o se leen pero no se contestan. Además, no todos los profesores (especialmente los mayores) cuentan con el conocimiento de las nuevas tecnologías; saberes que muchas veces se dan por sentados. Los cambios culturales y tecnológicos van modificando a las organizaciones. Todo lo que configura las culturas escolares actuales alguna vez fue puesto y propuesto, fue novedad implícita o evidente, porque las organizaciones cambian. (Clase 3).

Dussel y Southwell[3] plantearon la necesidad de incluir en la escuela otros saberes básicos, cada vez más necesarios. Mencionan a la alfabetización digital y la mediática, y consideran que para desandar, aunque sea en parte, la brecha que se instaló entre la escuela y lo contemporáneo, sería deseable que la organización pedagógica y curricular se estructurara como un diálogo más fluido, más abierto, con los saberes que se producen y circulan en la sociedad. Estos planteos también resultan válidos para los docentes que no han sido “alfabetizados” respecto a lo digital.

Muchos docentes perciben a los libros de temas como parte fundamental de la cultura escolar, en tanto pueden completarlos día a día, y no enviarlos digitalizados para todo el año. Como profesores, lo que son y hacen en la escuela es interpretado a partir de la cultura institucional, en la que aparecen modalidades y creencias sobre la tarea docente y la función educativa de la institución, aunque no son monolíticas y tienen variaciones considerables según los niveles del sistema educativo (Clase 3). Para estos docentes, parte de su tarea incluye “llenar” los libros a mano.

Vemos que el alumno, un muchacho joven, utiliza el celular en el aula como un objeto incorporado a sus prácticas cotidianas. Por otro lado, algunos docentes se resisten a digitalizar los libros de temas, al sentir que de ese modo se restringe su creatividad. En cierto sentido, nos encontramos aquí frente a la “brecha generacional”. Dussel[4] señala que la brecha digital se está desplazando del acceso a los usos. Tanto los alumnos como los docentes tienen acceso a las tecnologías de la información y la comunicación, pero vemos diferencias en cuanto a los usos. Los “nativos digitales” e “inmigrantes digitales” (Massone, 2011) se ven resignificados; el tiempo se redefine desde la cultura digital no por una cuestión de edad o de generación, sino por la relación que se establece con la tecnología y por los usos dados a los objetos. Muchos docentes y alumnos jóvenes continúan siendo “inmigrantes digitales”, en tanto algunos de más edad modifican o enriquecen sus prácticas de manera significativa a través de las nuevas tecnologías.

En los profesorados, es posible observar la presencia de generaciones “intermedias”, en las que la idea de “brecha digital generacional”, planteada por Buckingham, se vuelve difusa. Profesores (jóvenes o adultos) que utilizan (o no) objetos de la cultura digital, y alumnos (jóvenes o adultos), que han incorporado (o no) objetos de la cultura digital. La enseñanza y el aprendizaje trascienden la frontera de lo escolar, y el conocimiento sobre los nuevos objetos se realiza generalmente fuera de este ámbito. En palabras de Coll Delgado y Müller: “…el carácter inacabado de la vida de los adultos es tan evidente como el de los niños (…) deben ser vistos como una multiplicidad de seres en formación, incompletos y dependientes, siendo necesario superar el mito de la persona autónoma e independiente, como si fuera posible no pertenecer a una compleja red de interdependencias.” [5] En definitiva: seguimos aprendiendo toda la vida…

 


[1] Brito, A. Acerca de un desencuentro: la mirada de los profesores sobre los alumnos de la escuela secundaria en Argentina, Revista Iberoamericana de Educación Nº 51, (2009), pp. 139-158.  

[2] Dussel, I. Aprender y enseñar en la cultura digital. VII Foro Latinoamericano de Educación. Experiencias y aplicaciones en el aula. Aprender y enseñar con nuevas tecnologías. Buenos Aires, Santillana, 2010.

[3] Dussel, I. y Southwell, M. (2005). “Lenguajes en plural”. Monitor de la educación común. (13) Dossier: La escuela y las nuevas alfabetizaciones”.

[4] Dussel, I. Aprender y enseñar en la cultura digital. VII Foro Latinoamericano de Educación. Experiencias y aplicaciones en el aula. Aprender y enseñar con nuevas tecnologías. Buenos Aires, Santillana, 2010.

[5] Delgado, A.C. y Müller, F. (2005). Sociología de la infancia, en Em Educação e Sociedade (26) num. 91, 351–360.

La masmediatización de la escuela normalizadora de los futuros trabajadores informacionales

En este post se intenta hacer visible -desde las experiencias de los docentes que han intentado colonizar las tecnologías de la información y comunicación- algunas consecuencias de la masmediatización de la escuela secundaria. Es interesante ver cómo, las insuficiencias de la escuela normalizadora frente a los nuevos desafíos de la cultura digital, resaltan a la luz de los mandatos de la escuela, pero procesados de una manera novedosa que responde a los fines de la nueva forma de expansión de los consumos culturales informacionales. Estas experiencias procuran ser leídas desde las nuevas pretensiones del mundo moderno que determinan los consumos culturales y bienes simbólicos como impacto de las tecnologías en el sistema educativo. Se pretende desplegar desde cierta mirada algunas consecuencias del sistema educativo sobre los efectos de los cambios culturales producidos por la cultura digital, para poner en foco que tan consientes somos de sus efectos. Se plantea la manera en que la informatización está transformando el mundo del trabajo, y la escuela no es ajena a ella. Las distintas estrategias docentes contribuyen a reconfigurar las escuelas medias generando los futuros obreros informacionales. Se intenta poner en evidencia los ensayos por superar con “nuevos formatos escolares” el modelo heredado de la escuela media. Estos cambios obedecen a una necesidad de la sociedad y escuela en un momento determinado de su devenir histórico.

Fig. N° 1: la transformación del hombre. ¿Evolución?La experiencia..!!!la transformación del hombre. ¿Evolución?

“En el 2011 fue mi primera experiencia de usar un Face en Química con mis alumnos de 4 ° año. Realmente los resultados me sorprendieron, en dos sentidos: primero: la comunicación con este medio es tan fluida, que no terminaba de subir una consigan, trabajo o video que quería que viesen, ya tenía respuesta de los chicos o interrogantes que se les planteaban(…) Segundo: en este espacio los chicos subían información actualizada sobre algún tema que estábamos trabajando en clase, opinaban alumnos que quizás en clase no hablan mucho, pero esas actividades o debates no lo volvían a tratar en clase. Era como llevar dos clases a la par, una especie de paralelismo. De momento cuando estaban estudiando para las pruebas me podían consultar (sirvió como trabajo a distancia). El mundo escolar formal y el informal por este medio de relacionarnos. En el caso del grupo de Olimpíadas como los encuentros eran en horario extraescolar los alumnos lo viven en todo momento como educación no formal. Esta forma de trabajo me llevó a incrementar mi tiempo de trabajo áulico, pues a la noche al llegar a casa debí abrir el Face para ver si había noticias o preguntas para responder”. (Mara. Clase de Química. Bachiller. 2011)

“Los sujetos y saberes escolares en la cultura digital”

Sabemos que la escuela actual responde con un doble mandato como escuela normalizadora, por un lado y por medio del currículum prescripto: explicita y formaliza la relación escuela-sociedad, y por otro la del currículum oculto, predetermina el lugar que ocuparan los egresados en la estructura socioeconómica. La escuela es una institución tradicionalmente anclada en “la promesa de integración e inclusión a través de la incorporación al mercado laboral y a los códigos del intercambio social y la promesa de la autonomía individual mediante el despliegue de las potencialidades que portamos como individuos (Tiramonti. Clase 6: los mandatos desde el campo social)”. Esta correlación denunciada en la experiencia pone en evidencia este doble mandato social que atraviesa la sociedad capitalista como nuevo mecanismo de selección y diferenciación social. Es aquí donde el papel central del Estado Nacional con su aparente capacidad de intervenir benéficamente en el sistema genera dos realidades: potencia el consumo que generan con la incorporación de las nuevas tecnologías digitales juveniles, al mismo tiempo que tendencia a su universalización.
Lo que está o parece estar más allá del fondo visible de la experiencia o detrás de la aparente intención es evidenciar como la llegada del “capitalismo informacional (Castell, 1997)” viene acompañada de suficientes discursos respecto de la relación entre la educación formal y el crecimiento del producto mediante el crecimiento de la “atención humana (Simón H, citado en Zukerfeld, 2013)” con costos moderados al incrementarse los tiempos de teletrabajo o trabajo informacional por medio de lo que podemos llamar educación no formal. Es así como la incorporación de las tecnologías digitales provocan transformaciones pocos visibles en el sistema educativo de la escuela media. Estas transformaciones no es cosa menor desde los efectos de la “masificación de los bienes informacionales”, “la mediatización de los saberes escolares”, “el aporte de las tecnologías digitales al espacio áulico” y “la formación de los docentes”. Con esta reflexión pretendo poner en tela de juicio que tan consientes somos los docentes de los cambios de la escuela media pero desde una particular perspectiva como lo aquí planteada.
La intensa riqueza de la información digital provoca por otro lado una intensa falta de atención en los estudiantes, efecto potenciado por la massmediatización de la cultura escolar. Un caso que no puedo olvidar es el efecto de los documentales y su alto poder de representación visual en los estudiantes en diferentes contenidos de la ciencia. Tal es el caso en que, en una clase de física, una alumna de 3er año tenía asumido que la representación de las orbitas de los planetas con la típica línea blanca visto en los documentales, resultaba totalmente verdadera para la misma. Esto me llevo a iniciar una investigación donde se evalúan las actitudes CTS de los alumnos entre 13 y 18 años. Entre los resultados preliminares se encontraron interesantes derivaciones en los alumnos sobre la caracterización escolar de las ciencias versus la imagen que ofrecen los medios masivos de comunicación sobre múltiples contenidos escolares.
Este hecho me permite advertir desde una similar mirada cómo lo expone Marcelo Urresti: “se ha visto que la experiencia de masmediatización conlleva una suerte de ruptura entre las fronteras de los géneros. El universo mediático parece trazar un mundo en donde las distinciones culturales canónicas en las que se basa el currículum se ven diluidas”. Esta afirmación plantea la incidencia en el curriculum de ciencia en un contexto donde la función de la escuela se ve cuestionada por la imagen y multiplicidad de símbolos que proporcionan los medios de información generando una formación que puede resultar defectuosa pero muy incidente en una generación que consume dichos medios sin cuestionar estos últimos. Generación que recibe una gran cantidad de estímulos informacionales-audiovisuales, cuya atención se ve ante todo organizado por las empresas que constituyen la cultura digital. En los resultados se hallaron una uniformidad de respuestas sobre actitudes que reflejan cierta ingenuidad y percepción parcial de los contenidos de ciencias proporcionada por los medios masivos de comunicación, en detrimento de las clases de ciencias. Este resultado es de suma importancia para establecer distinciones internas y jerarquías que hacen a las transformaciones socioculturales, impregnada de la experiencia masmediática que instala nuevos regímenes de verdad. Las características de la cultura material escolar digital establece un complejo juego constituyendo una de las “formas de expansión del consumo, crean mejores condiciones para ampliar repertorios culturales y estéticos (García Canclini, 2007)” por lo que esto nos lleva a definir y reflexionar acerca de cómo definimos una escuela que responda a los interrogantes que plantea el consumo de los contenidos escolares mediatizados.
Pretensiones En la figura podemos hallar una suerte de expresión por medio de la frase que refleja a la escuela en transformación, la misma dice: “Pensamiento aleatorio: ponemos a nuestros hijos en espacios cerrados mirando a una pared y pretendemos que están aprendiendo acerca de la vida”. Me pregunto, ¿cuáles son nuestras pretensiones si ponemos a nuestros alumnos mirando múltiples pantallas, como celulares, tablets, netbook? ¿Cuáles son las consecuencias que podrían derivarse de la mediatización de los contenidos y del currículum? Podemos ilustrar estas cuestiones realizando una pequeña aproximación con algunas conclusiones que nos ofrecen las investigaciones sobre cómo afecta al desempeño académico ciertos dispositivos tecnológicos. En un reciente artículo publicado el 14 de agosto del corriente año denominado “Alumnos que escriben a mano tienen mejor desempeño” , el estudio revela de que manera afecta determinados desempeños la toma de apuntes con una tablet o con papel y lápiz.
La posterior lectura de la publicación vuelve más ilustrativa y hasta más elocuente si volvemos a focalizar nuestra mirada en las extremidades de los brazos de los robots intentando manipular la hoja.

Un par de link para ampliar y contrastar la lectura del post:

Para quienes están interesados en la lectura acerca del capitalismo y la transformación del trabajo informacional, pueden visitar para una primera lectura en la Revista Cultura, en línea titulado El obrero digital ¿puede emanciparse?

Artículo periodístico publicado en El Tiempo, “Alumnos que escriben a mano tienen mejor desempeño”.

Referencia Bibliográfica:
• Balardini, S. (2004). De deejays y ciberchabones, subjetividades juveniles y tecnoculturas. Revista de Estudios sobre Juventud. Edición: año 8, núm. 20, México. DF. pp. 108-139.
• Ministerio de Educación de la Nación. (2012). Consumo culturales digitales: Jóvenes de 13 a 18 años. 1° ed. Buenos Aires: Educ.ar S.E. Buenos Aires.
• Himanen Pekka, (1997). La ética Hacker y el espíritu de la era de la información. Destino, Buenos Aires.
• Tiramonti. G. (2014). La escuela media frente a los mandatos sociales y a las nuevas formas de diferenciación social. Clase 6. En Especialización en Currículum y prácticas escolares en contexto. Buenos Aires: FLACSO Virtual Argentina.
• Urresti, M. (2014).Transformaciones culturales y transiciones juveniles. Clase 5. En Especialización en Currículum y prácticas escolares en contexto. Buenos Aires: FLACSO Virtual Argentina.
• Zukerfeld, M. (2013). Obrero de los Bits “Conocimiento, trabajo y tecnologías digitales. 1° ed. Bernal. Buenos Aires. Universidad Nacional de Quilmes.

Trascender tiempos y espacios: la cultura digital y la escuela

Experiencias

Experiencia 1. Primer año del profesorado. Para la clase de Mediación Pedagógica, había llevado en unos papelitos algunas frases de Paulo Freire, para poder reflexionar y comenzar el diálogo a partir de las ideas allí plasmadas. Los estudiantes, en grupos, debatían y compartían; luego hicimos una “puesta en común”. A uno de los estudiantes le gustó la frase que le había tocado, y sacó una foto con el celular. “La voy a subir al Facebook”, dijo, acción que realizó en aquel mismo instante. Sentí ese pequeño acto como una muestra de interés y motivación; “compartir” en Facebook implicaba comunicar al “afuera”, trascender el espacio del aula y el tiempo de la clase para vincularse con otros por medio de la red social, otros que no estaban presentes en el aula  El estudiante “estaba” y “no estaba” al mismo tiempo. O, para decirlo de otra manera, estaba en diferentes espacios al mismo tiempo…

Experiencia 2.  A comienzos del año pasado, se propuso en una reunión de profesores que los libros de temas de la institución (terciario), que habitualmente se llenaban “a mano” antes de las clases, o en algún otro momento, se enviaran digitalizados al mail de la secretaría. Luego se imprimirían, y los profesores solamente tendrían que firmar al llegar.  Algunos docentes señalaron que al completar de ese modo los libros de temas se perdería la creatividad o espontaneidad del docente, o aquello que se estaba trabajando con diversos grupos. Un objeto de la cultura material, donde se plasma la memoria institucional, vio redefinida su “forma”: ya no se trata de papeles en blanco, completados a lo largo del año, con diferentes caligrafías, sino de un objeto más homogéneo, plano, que trasciende en cierto sentido el tiempo, “anticipando” el futuro, el año escolar. De todas maneras, se decidió que aquellos que quisieran seguir completando el libro a mano podrían hacerlo.

Hace unos años también se utiliza el mail como forma de comunicación, tanto para asuntos institucionales (reuniones de profesores, actos, etc.), como para comunicar noticias acerca de la comunidad educativa: nacimientos, fallecimientos, etc.

La cultura digital: un collage en escena

2. Nuestro interés radica en la configuración que se genera entre el sujeto, el medio y la cultura escolar. Este nuevo ecosistema  comunicacional – digital se ofrece como generador y productor de nuevos lenguajes, vínculos y comportamientos impensados,  en dónde la escuela se posiciona como escenario para propiciar un encuentro entre lo incierto y lo conocido. Este escenario se presenta como un collage pues ensambla elementos diferentes en un tono unificado, admitiendo lo diverso, lo indeseable, lo pensado, lo querido, lo no conocido, etc; para generar  un texto nuevo, inédito, que es nada menos una nueva expresión de este contexto en el que se conjuga sujeto, cultura digital, escuela y sociedad.-

3. Socializamos escenas de la vida cotidiana, para reflexionar con humor sobre las tensiones que operan a la hora de analizar la relación entre cultura digital en oposición a la cultura letrada.-

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4. Primera experiencia: Fuera de la escuela “descolgados”

El CPEM N° 35 de Buta Ranquil, Neuquén, es la única escuela secundaria de una localidad rural-petrolera,  en ella se observa como conviven y perviven la cultura criancera y la industria hidrocarburífera.

Luego de una encuesta realizada por la Asesora Pedagógica de la escuela nos dimos cuenta que por curso sólo el 20%  tiene acceso a internet en su hogar, por eso es habitual observar los nuevos recorridos que los adolescentes de nuestro pueblo recrearon para “colgarse” a la red. Los podemos ver frente al hospital, a la biblioteca pública o en la vereda de la única librería, y este paisaje refleja y prueba la desigualdad en el acceso a internet que la mayoría de nuestros estudiantes tienen. Conociendo esta realidad acordamos en la escuela planificar nuevas actividades que no precisamente exijan la investigación en internet de manera individual y permanente, sino realizar de forma grupal-colaborativo proyectos pautados con antelación.

Queremos destacar que debería ser la escuela quién brinde a todos por igual el acceso a internet, pero la nuestra como muchas instituciones de nivel medio no cuentan con conectividad.-

Capítulo aparte es cómo se emplean las nuevas tecnologías en el aula; esto se pone en evidencia cuando al inicio del año, después de la entrega de las planificaciones anuales, sólo el 15% de los docentes incluyó las TICs como recurso didáctico, en el aula.

 

Segunda experiencia: Odisea de una teleconferencia en el portón

Cómo todos los años la Profe de Lengua planificó la lectura de un libro llamado “Si tu signo no es cáncer”, de Graciela Bialet para 2do “A”, “B” y “C” de nuestro secundario. Cómo a los chicos les gustó el relato decidieron ubicar a la autora, quién desde un primer momento se mostro dispuesta a charlar con los chicos, por eso propuso organizar una teleconferencia en dónde podrían interactuar a través de una charla los jóvenes y la escritora. El primer inconveniente que surgió fue que en la escuela no tenemos internet, y cómo si esto fuera poco no había ni pantalla, ni cañón, para proyectar a Graciela a 62 adolescentes entusiasmados por la actividad.-

¿Qué hicimos? Los chicos recordaron que en las afueras del pueblo el Hotel “El Portón” (en el que se alojan petroleros de todo el país), tiene internet, cañón, pantalla gigante, sistema de sonido de alta definición, banda ancha, etc.. ¡el paraíso tecnológico!, la profe explicó a Pablo ( el dueño del hotel) y éste accedió inmediatamente a ofrecer lo que la escuela y los chicos necesitaran para llevar a cabo la experiencia.

 

5. Cómo primera reflexión de lo que consideramos un mosaico compuesto por diversos factores, un collage, observamos el fenómeno tics en el aula, con el foco puesto en las subjetividades influenciadas por el uso de dispositivos digitales, intentando contextualizar de ese modo la incorporación de computadoras y el acceso a las redes informáticas en el aula.-

Otro aspecto de la reflexión es cómo el acceso a la tecnología marca una desigualdad y es la escuela el último espacio democratizador que habilita a los jóvenes a acceder de manera horizontal a esa herramienta.-

En este collage donde interactúan actores institucionales vinculados con la tecnología con distinto nivel de compromiso y conocimiento, estudiantes ligados naturalmente a la alfabetización digital, una cultura material que no propicia el desarrollo de habilidades tecnológicas, una cultura escolar que no acompaña los procesos digitales, los intereses de los jóvenes, y los de los docentes que parecieran ir por diversos carriles, y una escuela que se encuentra a mitad de camino debatiéndose entre cambiar, permanecer, resignificarse. En esa búsqueda por desentrañar la médula de este asunto , confiamos en lo que afirma Umberto Eco “ni apocalípticos, ni integrados”.-

6.

A continuación presentamos tres artículos que dan cuenta de cómo la ciencia-tecnología generan diferencias en el acceso a la misma, como contrapartida a esta realidad desigual la escuela cómo único lugar en dónde todos los sectores pueden acceder a los nuevos medios de manera horizontal, aún siendo la escuela  un reflejo de esa sociedad desigual:

http://edant.clarin.com/diario/2007/01/26/opinion/o-02802.htm

http://www.apc.org/es/node/7562

http://www.virtualeduca.info/Documentos/veBA09%20_confTedesco.pdf.

 

 

Rosana Lares y Elizabeth Luna

Buta Ranquil

Neuquén

 

 

TICs, educación y futuro

En estos tres artículos del diario El País de España se abordan cuestiones sobre las nuevas tecnologías  que podrían servirnos para ampliar los debates y la reflexión acerca de las posibilidades y las condiciones que  las mismas generan.

El primero, Transformar la educación de Elisa Silió del 19  de febrero de 2014, plantea lo que considera los nuevos desafíos que enfrentan los docentes ante la difusión de las nuevas tecnologías.  http://sociedad.elpais.com/sociedad/2014/02/18/actualidad/1392722730_398144.html

El segundo, El reciclaje de las viejas jerarquías de Ernesto Hernández Busto  del 16 de  agosto de  2014, cuestiona el potencial democratizador de la cultura digital.  http://elpais.com/elpais/2014/08/11/opinion/1407768774_696891.html

Por último, El siguiente acto de Internet de J. Bradford Delong  del 28 de Agosto de  2014,  propone  que la expansión del uso de las nuevas tecnologías no conlleve la consolidación de desigualdades.  http://economia.elpais.com/economia/2014/08/21/actualidad/1408614837_334803.html

Trascender tiempos y espacios: reflexiones para un cambio

Seguimos pensando en tiempo y espacio redefinidos… En este video, Ariel Merpert nos invita a revisar nuestras formas de “estar” desde las redes sociales. Para “estar presente”, es necesario definir un tiempo y un espacio, según un diccionario. Pero la redefinición de tiempo y espacio nos obliga a pensar en nuevas palabras. “Estar” no significa lo mismo que antes en esta cultura digital. Podemos “estar” en muchos espacios al mismo tiempo. Las redes sociales son espacios que tienen reglas muy distintas a los espacios tradicionales. Merpert propone una nueva alternativa frente a la insuficiencia de la palabra “estar” hoy en día en las redes sociales.

“¿Estás?” Las redes sociales y la(s) presencia(s) hoy

https://www.youtube.com/watch?v=WRQQryMMW24

 

 

Trascender tiempos y espacios: la cultura digital y la escuela

A través de los objetos, artefactos y tecnologías presentes en la vida escolar, podemos analizar la cultura material de la escuela. Para Vidal (2007), estos objetos constituyen “la forma material de las ideas y de los discursos”, no sólo sobre la organización del aula, sino también (según Walter Benjamin), sobre cómo las personas usan, consumen y construyen la cultura material en relación con los espacios sociales que habitan y con sus ocupaciones cotidianas. Considerar los objetos de la cultura digital en la escuela nos lleva a  pensar cómo el tiempo y el espacio han sido redefinidos a partir de esta cultura.

Una de las piezas del fenómeno escuela identificada por Pineau [1] es la ubicación en un espacio y un tiempo específico, definidos por la escuela. La cultura digital y sus objetos irrumpen en ella para reconfigurar tiempos y espacios que van mucho más allá de la cultura escolar. Las prácticas de docentes y alumnos se modifican con la incorporación de las “nuevas” (no tanto) tecnologías; la distancia entre la cultura escolar y la cultura digital nos habla de tiempos y espacios diferentes, distancias y límites definidos por una u otra.

La escuela sigue siendo espacio de encuentro entre culturas. Tiempos y espacios. Apropiación, resistencia, cambios, posibilidades, dificultades, herramientas, medios… Nancy Romero [2] señala que “el presente de las aulas nos invita a formular nuevas preguntas, a conocer y a comprender críticamente las innovaciones contemporáneas (…) Innovaciones que intentamos entender, al mismo tiempo que las utilizamos porque ya son parte de nuestras vidas…”. Objetos y tecnologías que forman parte de la vida cotidiana, y no “llegaron para quedarse” porque continuamente avanzan, se transforman y reciclan obligándonos, como educadores, a reflexionar sobre nuestras prácticas desde la cultura digital. Las nuevas tecnologías son cada vez más parte del “paisaje escolar” y de la cultura material de la escuela; las preguntas, interrogantes y cuestionamientos se hacen necesarios desde el presente.

 

 

[1] Pineau, P. La escuela en el paisaje moderno. Consideraciones sobre el proceso de escolarización.

[2] Nuevos papeles del texto escolar en la escuela primaria. Prácticas con matices, en Finocchio, Silvia; Romero, Nancy (comp.). Saberes y prácticas escolares, Buenos Aires, FLACSO-Homo Sapiens.