Esta experiencia se desarrolló en una escuela privada del sur del conurbano bonaerense en el año 2012. En esta escuela, desde hace años, el espacio de TICs es transversal a las diferentes materias. Muchos de los proyectos interdisciplinarios tienen como espacio de articulación el trabajo con nuevas tecnologías. Entre otros trabajos que he hecho con ellos, hubo un curso virtual desarrollando los contenidos de Historia en 3er. año de secundario aprovechando el uso de la plataforma moodle que nos daba la UTN. También en diferentes años trabajé con ellos desde un blog que complementaba y orientaba el trabajo en el curso. La escuela trabaja también con espacios wiki para agrupar la información en cada año de la escuela secundaria en todas las materias (programas y planificaciones, actividades, materiales a trabajar, etc.) y para socializar los trabajos y proyectos de los diferentes niveles de la institución. También se trabaja con redes sociales como edmodo para agilizar y actualizar la comunicación con los alumnos.
Con otras compañeras armamos un proyecto para dos terceros años en el 2012. El mismo integraba diferentes materias y las TICs actuaron como facilitadoras de algunas estrategias y articuladoras del proyecto. La metáfora de la frontera sirvió como eje integrador del proyecto. Se abordó ese concepto desde Historia, Biología, Prácticas del Lenguaje, Plástica y NTICs. La hora de “informática” rotó durante el tiempo que duró el proyecto, siendo un espacio compartido con alguna de las otras materias. Se buscó potenciar diferentes experiencias educativas y poner en juego valores artísticos y emociones.
Esta experiencia la presentamos en el CIAMTE (Congreso Iberoamericano de Aprendizaje Mediado por la Tecnología) en 2013. El proyecto se llama Frontera: enseñar y aprender circulando en una banda de Moebius.