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Recursos para una reflexión crítica…
Imágenes que nos invitan a cuestionar nuestras prácticas heredadas
CULTURA JUVENIL, TECNOLOGÍA Y ESCUELA. COMENZANDO EL DEBATE.
La escuela media actual se asienta sobre tensiones que no ha podido resolver del todo, entre un currículum homogeneizador (como vimos en la clase 7[1]) se presenta “…como estructura objetivada de saberes y de relaciones interpersonales…y organiza y sanciona el progreso del alumno en una secuencia de aprendizajes…; se premia o se castiga el esfuerzo…”, beneficiando a los que tienen un capital que está en sintonía con las exigencias que plantea la escuela) y un currículum más abierto y flexible (“…que no está inserto en un orden social fijo …”, que se concretiza en cada institución.
El sujeto escolar en un currículum que tiende a la homogeneización es un sujeto borrosamente visible, con escasa incidencia en la determinación del trayecto a seguir y la autodeterminación de los aprendizajes. No hay que negar por esto, como se puso de manifiesto en las clases de la Diplomatura, que los sujetos y los profesores son productores activos de contenidos escolares. Por eso se habla de un sujeto borroso.
Pero como se afirma en el primer párrafo es una tensión que hasta hoy persiste y que se la puede graficar retomando la experiencia
N° 1 publicada en el foro
“Recuerdo un episodio con su arquetípica escena el año pasado en el primer trimestre me tocó evaluar y poner las calificaciones a los alumnos/as de 1° año en la asignatura de Dibujo Técnico y como la mayoría no tenía los contenidos mínimos significativos de la primaria en geometría (en algunos casos estaban en un estado de analfabetismo) la mayoría tuvo una nota entre 1 y 2 quedando aplazados…”
A lo cual solo se me ocurre responder con una pregunta publicada en la Experiencia otra experiencia del foro N° 2:
“¿Hasta dónde a la hora de evaluar olvidamos al alumno como persona integral, en nombre de su integridad?”
A mi entender lo que se afirma en la experiencia N° 1 desconoce la trayectoria académica de los estudiantes a la hora de evaluar. Proveniente tal vez de un currículum de corte más tradicional de cual ninguno de nosotros escapamos, pero podemos re-inventarlo.
Los Jóvenes Y Las Tecnologías De La Información Y Comunicación
Una pregunta que me hacía es, cómo incidirán los medios de comunicación y las tecnologías en los jóvenes en la actualidad.
En la clase 5 Marelo Urresti[2] hace un análisis que arroja alguna respuesta a este interrogantes, sintetizando, el autor expresa que existen una serie de cambios a nivel social que están debilitando las antiguas formas de socialización, relegando a un segundo plano la socialización primaria de los jóvenes; él llama a este fenómeno “subsocializados por sus padres, sobresocializados por medios audiovisuales blandos y estructurados como un restaurante a la carta”.
Esto implica un gran desafío a la escuela, “pues la televisión promueve un tipo de consumo de mensajes basado en la imagen, plácido, indoloro, altamente seductor. Un modelo de corto plazo, hedonista, de satisfacción garantizada en el que las generaciones jóvenes entran sin estaciones anteriores”.
Sumado a las nuevas configuraciones que adquieren las familias con escasa autoridad parental que cambia la “herencia de los mayores” por una autoridad más utilitarista.
Ante esto el autor plantea que la escuela debe “desvincularse” de las formas tradicionales de organizar la enseñanza y los regímenes académicos dando lugar a los rasgos que componen la juventud actual.
Para profundizar se puede visitar las siguientes páginas:
- http://www.virtualeduca.org/documentos/yanez.pdf
- http://elizabethmtzupn.blogspot.com.ar/2010/04/martin-barbero-identifica-cuatro.html
- http://escritorespris.blogspot.com.ar/2010/05/jovenes-comunicacion-e-identidad-jesus_13.html
[1] Daniel Pinkasz. (2013). Clas 7: El modelo curricular mundial y la masificación de la escuela media en Argentina. Curso: Especialización en Currículum y Prácticas Escolares en Contexto 2013 [2] Marcelo Urresti (2013). Clase 5: Transformaciones culturales y transiciones juveniles. Curso: Especialización en Currículum y Prácticas Escolares en Contexto 2013.
NUEVAS VOCES Y NUEVOS ESCENARIOS
Reflexionar sobre el uso de las TICs en el aula. Este video es pertinente para ello. Lo compartimos http://youtu.be/GbWdQCMS4VM
¿Qué piensan los sujetos escolares de la “era digital”? Compartimos sus opiniones en: http://youtu.be/sYTpH4Y_yCc
LOS SUJETOS ESCOLARES EN LA CULTURA DIGITAL: DESAFIOS EN CONTEXTO
Es indudable que estamos viviendo una verdadera Revolución Tecnológica, que ha permitido al hombre en muchos campos del conocimiento lograr avances impensados en otras épocas. Por ello es necesario lograr una práctica más real acerca de los contenidos a enseñar, de allí la importancia de incorporar los saberes de la vida cotidiana, la cultura al aula.
Haciendo referencia a Flavia Terigi en “Cronologías de aprendizaje: un concepto para pensar las historias escolares”, con esta visión de integración podemos salvar las distancias entre la trayectoria teórica y la trayectoria real. El uso de las TICs hacia la integración curricular con un fin determinado y orientado en un cauce adecuado a las estrategias de aprendizajes, auguran que la deserción escolar sea menor.
• Las TICS son flexibles en cuanto a sus métodos, en mi práctica no utilizo la rigidez de la presentación de hipótesis, análisis y conclusión por inferencia en forma mecánica, sino que trato de utilizar un sistema de red donde se puedan ir uniendo otras disciplinas afines para llegar a transitar caminos diversos hacia una posible conclusión.
• Las TICS puede contextualizarse en cualquier ámbito y proyectarse en el tiempo (Aprendizaje ubicuo).
• Desde ellas se abre un horizonte de comprensión hacia otras disciplinas y como consecuencia hacia otros saberes.
• Las TICS dan lugar a un sentido de motivación, reformulación y descubrimiento con el fin de “interiorizar” conceptos que pueden resultar en otros aspectos superficiales y sin sentido.
• Incorporan problemáticas de la vida cotidiana. Desde una perspectiva crítica, posibilita el desarrollo de actitudes tolerantes y solidarias, aceptación de la pluralidad, defensa de los derechos humanos, capacidad de diálogo, valoración de la democracia, respeto por el patrimonio cultural y colaboración en la búsqueda de nuevas soluciones, entre otros valores.
Top XXI – La cuenta progresiva
El siglo XXI es la época cero en cultura digital. Ante esta situación (irreversible, veloz, cambiante, de crecimiento exponencial) es necesario repensar el rol de docentes y alumnos en tanto sujetos pedagógicos. Rever prácticas, proyectar en función de estas nuevas habilidades que estamos cuasi obligados a adquirir. No estoy de acuerdo con la terminología que separa a los nativos digitales de los inmigrantes digitales. No estoy de acuerdo con la dicotomía pasado/presente. No estoy de acuerdo con la antinomia que supone la imposibilidad de acercar posiciones y compartir conocimientos y experiencias entre ambos componentes del acto educativo.
Me parece muy interesante la posibilidad de replantear lugares de poder en relación con el uso de las nuevas tecnologías y, fundamentalmente, cumplir con el objetivo docente de ser guía y faro: es imprescindible incentivar que se tome conciencia de su utilización, es necesario que inculquemos la crítica sobre aquello a lo que tan fácilmente se accede.
Frecuentemente escuchamos en sala de profesores que los chicos se distraen, que están todo el día con esos aparatitos (teléfonos, netbooks…). A esta altura de los acontecimientos debemos saber que “esos aparatitos” han llegado para quedarse y que lo mejor es incorporarlos rápidamente a las prácticas cotidianas (así como pagar la luz por homebanking, estudiar una Diplomatura, una Especialización o una Licenciatura) ¿Por qué no amigarse, entonces, con la tecnología? ¿Qué lugar creemos que nos quita y en qué situación nos coloca? ¿Por qué nos sentimos interpelados?
Cuando llegaron las netbooks hubo un mes de dispersión y de jugar con la novedad. Luego, las aguas se tranquilizaron y comenzamos a utilizarlas con fines educativos, tal la concepción al llevar adelante el programa Conectar igualdad. Obviamente podemos mencionar que existen problemas derivados: se bloquean, se tildan, se las olvidan… Ahora, ¿no hay problemas análogos con la carpeta tradicional?
Por eso, creo que tenemos que aprovechar la facilidad que las computadoras, teléfonos con acceso a internet (recurso que en la mayoría de las escuelas no existe) traen a nuestras vidas-nuestras aulas. Por ejemplo, al leer el cuento Circe de Cortázar se plantea siempre la duda con respecto al tiempo en que está ubicada la historia. El texto menciona como clave la pelea Firpo-Dempsey. Hasta hace unos años, yo pedía una concienzuda investigación para la siguiente clase. Últimamente, pido que consulten a través de sus celulares in situ.
A veces, desde mi materia, Literatura, cuesta mucho que TODOS lean TODOS los textos. El año pasado nos acercamos a La Odisea, que es un texto entretenido, pero extenso.
La propuesta de trabajo consistió en atravesar la historia por medio de Facebook. Cada uno de nosotros debía tomar un personaje y crear un perfil. Durante un mes y medio nos dedicamos a reproducir las fabulosas aventuras de Odiseo hasta su regreso a Ítaca. En ese tiempo fui Zeus dentro de esa experiencia tan gratificante que abrió una nueva perspectiva en el grupo.
En pleno siglo XXI y con el auge de la comunicación, librar una batalla contra la tecnología es imposible. Está entre nosotros. Yo agrego un “por suerte”. Si tomamos conciencia de todo lo que se facilita seguramente vamos a poder encarar proyectos no tradicionales, acordes con las expectativas y habilidades de las generaciones con las que compartimos cada hora de clase.
El acceso a las tecnologías es casi universal. Todo (nos) llega por la web, en cualquiera de sus formas (mail, bibliotecas virtuales, redes sociales). Lo cierto es que los cambios que traen consigo son omnipresentes, radicales, vertiginosos e irreversibles. Al mismo tiempo, los adelantos tecnológicos ponen en tensión nuevos saberes y viejos poderes (Balardini, 2004: 109). Creo que, fundamentalmente, allí radica cierta resistencia de las generaciones anteriores.
A pesar del paso del tiempo, de la aparición de la televisión y de la informática como partes imprescindibles de nuestra cotidianeidad, la escuela mantiene, en líneas generales, un lugar desde el que se opone a todo eso, es como si fuera el último lugar de la resistencia, el espacio desde donde se defiende la cultura. Pero la cultura escrita. La escuela sigue siendo tradicional en este sentido. (Gamarik, 2008, citada por Massone, 2011) Como ejemplo, podemos mencionar que es muy común que algunos docentes pidan trabajos en computadora, pero los solicitan impresos; ni siquiera se permite que los alumnos los lleven en un pendrive para pasárselos.
Son miedos, son épocas, son circunstancias. Sin embargo, es insuficiente la reflexión real que llevamos a cabo, en tanto no terminamos de reconocer que esto que nos atosiga es parte intrínseca en la constitución de la identidad de nuestros jóvenes (Urresti, 2013; Massone, 2011). Así como nuestros abuelos no nos entendían cuando pasábamos horas frente al televisor, nosotros no entendemos que los chicos se pasen horas frente a las otras pantallas. Y lo que es peor: no comprendemos que su nivel de atención (y la forma) no es igual al que teníamos: pueden estar en varios sitios (uso la palabra sitios en todos sus sentidos) a la vez, son capaces de mantener diferentes conversaciones (cara a cara o mediadas por la pantalla). Porque, en definitiva, han nacido rodeados por todos estos estímulos a los que nos estamos refiriendo. ¿Recuerdan el concepto de nativos digitales? (Podríamos relacionarlo con los nuevos saberes de los que habla Balardini). ¿Y el de inmigrantes digitales? (Aquellos que tenían el poder, han debido reacomodarse). El inmigrante va a seguir siendo inmigrante, ahora, está en él acortar la brecha, pegar el salto y (tratar de) ponerse a la par, con el loable fin de dejar la añoranza, para pasar a la acción.
En relación con la experiencia planteada más arriba, en la que narraba mi experiencia en el aula con el uso de Facebook como medio para contar La Odisea, y a pesar de mi admiración, uso y abuso de las nuevas tecnologías, me queda un lugar de reflexión para decir que no todo es tan sencillo, en tanto el acceso a la internet aún no es para todos (obsérvese el adverbio “casi” en la expresión “casi universal” unos párrafos más arriba). Esto deriva en que el desarrollo de competencias entre los que sí tienen y los que no tienen sea desigual (Tiramonti, 2013). ¿Ayudamos a estos últimos al proponer actividades que incluyan los adelantos tecnológicos? Sí. ¿Ayudamos si ponemos esos trabajos como obligatorios? Sí. ¿Qué es la escuela sino el espacio que prepara para su inclusión y desarrollo en la sociedad?
Bibliografía
Balardini, Sergio (2004). De deejays y ciberchabones. En Jóvenes, Revista de estudios sobre Juventud. México.
Massone, Marisa (2011). Los jóvenes, la escuela y las transformaciones en el acceso y apropiación de los saberes en la sociedad contemporánea, en Finocchio, Silvia; Romero, Nancy (comp.) Saberes y prácticas escolares. Buenos Aires: FLACSO-Homo Sapiens.
Tiramonti, Guillermina (2013). La escuela media frente a los mandatos sociales y a las nuevas formas de diferenciación social. Clase 6. En Especialización en Currículum y Prácticas Escolares en Contexto. Buenos Aires: FLACSO Virtual Argentina.
Urresti, Marcelo (2013). Transformaciones culturales y transiciones juveniles. Clase 5. En Especialización en Currículum y Prácticas Escolares en Contexto. Buenos Aires: FLACSO Virtual Argentina.
TICs en el aula
Vean con atención los primeros minutos del video…
Transformar la Educación
e-ducar en la cultura 3.0: saberes y prácticas en clave pedagógica
La cultura escolar es producto de una trama de relaciones entre saberes, conocimientos, rituales, materiales, prácticas individuales y colectivas. La cultura escolar es el motor que dinamiza y da sentido a lo que sucede las instituciones escolares. Para nosotros, los pedagogos, la cultura escolar es “la cultura para acceder a otras culturas” (Hèbrard, J. 2006, p.15). Así, bajo ese mandato, hemos desarrollado (con buenos resultados) nuestra tarea por 400 años.
Desde hace aproximadamente 20 años, se ha ido incorporado fuertemente a esta trama lo que se ha dado en llamar las Tecnologías de la Información y la Comunicación. Esta tendencia ha instalado y creado en los sujetos, nuevas formas de relacionarse con el mundo, la cultura y el conocimiento, es decir nuevas subjetividades. El aula es hoy el ambiente donde convive la cultura escolar con la cultura digital y ese es un hecho que requiere de intervenciones en la enseñanza para “pedagogizar” las relaciones entre una y otra.
En este espacio -bien propio de la cultura digital- el propósito es indagar, desde algunas escenas de la vida en la escuela, las mediaciones pedagógicas que son posibles con algunas estrategias didácticas y necesarias para que los sujetos resignifiquen la experiencia escolar. Creemos profundamente que, como sostiene Guillermina Tiramonti, “la escuela es capaz de proporcionar a las nuevas generaciones las habilidades cognitivas necesarias para leer e interpretar los mensajes mediáticos que los interpelan. (…) Proporcionar un filtro cognitivo que los desplace del lugar de espectador pasivo y los transforme en lectores inteligentes de los mensajes que se les dirigen”. (Tiramonti, G. 2013)