La integración de las nuevas tecnologías en la enseñanza de la Literatura

El declinar de la lectura o la muerte del libro, son las consecuencias, para muchos, de la seducción que ejercen los medios audiovisuales sobre los niños y los jóvenes. Sin embargo, la actual crisis de la lectura pareciera estar más relacionada con la profunda reorganización que atraviesa el mundo de la escritura y los relatos y la transformación de los modos de leer. En el siglo XXI aprender a leer los textos audiovisuales y los hipertextos es condición indispensable para la incorporación de las nuevas generaciones a un intercambio cultural que permite la constitución activa de la ciudadanía. La primera escena describe a un docente que basa su enseñanza en la pura transmisión del conocimiento, el eterno monólogo que tiene sumido en un silencio abrumador a los alumnos y se centra solamente en la lectura e interpretación de los textos. Así, se refleja cómo la Universidad fue constituida dentro del universo que Marshal Mac Luhan bautizó como la Galaxia Gutemberg, es decir, un mundo dominado por la lógica del libro cuya base es la estructura de la linealidad y el orden secuencial. Coincido con Barbero en considerar que la inmersión de los jóvenes actuales en un ambiente cultural tan diferente al de los mayores es una de las causas de la existencia de una brecha generacional que es pensada como ruptura en el sentido de pérdida de los intercambios y de la transmisión de cultural de una generación a otra. La segunda escena, ilustra la existencia, en la actualidad, de una heterogeneidad de textos a través de los cuales es posible acceder al saber y cómo podemos “reconocer los nuevos códigos culturales y poner en juego los instrumentos que proporciona la cultura letrada para interactuar inteligentemente con los medios audiovisuales y electrónicos. (Tiramonti, 2013: 29). Aquí, se pone en contacto al alumno no sólo con la obra sino sobre todo se aprovecha las posibilidades que Internet y sus tecnologías para una recepción productiva integrando otras fuentes de información y procedimientos didácticos centrados en el alumno llevándole a una mayor participación y actividad productiva Así, se estudian las particularidades del formato textual y se establece una relación intersemiótica con el formato fílmico, se comparan ambas experiencias. Al mismo tiempo, se profundiza y enriquece el análisis con el aporte de otros recursos multimedia. Al investigar la vida de los autores, como otros temas estrechamente relacionados, los alumnos conocen otras disciplinas, adquirirán conocimientos de historia o de los problemas de la actualidad. De esta manera, Internet ofrece la posibilidad de representar las conexiones entre los diferentes campos del saber y sus complejas interacciones. El aprendizaje no es un hecho aislado sino sucede generalmente en un contexto social, por lo tanto cuando los alumnos trabajan conjuntamente sobre un tema deben poner en marcha ciertas formas de trabajo, como ayudarse, organizarse, e intercambiar la información y opiniones, fomentando su capacidad crítica. De una asimilación pasiva y unidireccional de la información emitida por el profesor, el estudiante está mucho más implicado al tener que buscar la información, buscar el camino para conseguirla y posteriormente evaluarla. Internet es una gran biblioteca electrónica, navegar en ella, recorrerla, demanda seleccionar información, contrastarla, averiguar donde buscarla, reconocer cuál puede resultar confiable y válida, analizarla, interpretarla. Hay que reconocer que es un proceso complejo que el alumno tendrá que aprender paso a paso. La función del docente es indispensable, quien también necesita aprender y adaptar las estrategias de enseñanza, para guiar la investigación. De esta manera, se está ofreciendo la oportunidad de cambiar estructuras tradicionales para hacerlas más eficientes. Para concluir, hablar de alfabetización en nuestro siglo, se refiere a la necesidad de aprender lenguajes, a la capacidad de leer y escribir distinto tipos de textos, signos, artefactos, matices e imágenes a través de las cuales nos vinculamos y comprometemos con la sociedad en un sentido amplio. Las escenas presentadas demuestran que los alumnos son seres pensantes y críticos cuando se les da la oportunidad de ser creativos, son lectores “modelos” que a través de sus movimientos cooperativos, activos y conscientes actualizan e interpretan un texto. Esto en contraste con algunas opiniones muy difundidas que señalan a nuestros alumnos como una masa pasiva y desinteresada. Hoy, es necesario un cambio de mentalidad respecto a los procedimientos pedagógicos, la transmisión de un saber enciclopédico y su posterior reproducción memorística en exámenes que caerán al olvido en cuanto el alumno salga del aula. Hay que ser suficientemente sinceros para reconocer que los resultados no dependen sólo de los alumnos sino de nosotros y de nuestra capacidad para despertar inquietudes e intereses. Formación literaria, descubrir la lectura, aprender que la Literatura es vida, adquirir experiencias a través de la lectura, descubrir, conocer e interpretar el mundo por medio de la creación literaria y formar a personas con valores éticos son los objetivos de una enseñanza de la Literatura que contribuirá al desarrollo de la capacidad de ver el mundo con ojos críticos frente a posturas indiferentes o determinadas por opiniones de mayorías. Anne Marie Chartier nos aconseja aprovechar las nuevas tecnologías, inventar nuevas prácticas, enfrentarse así a la “mundialización de los recursos de información y los intercambios instantáneos de información bajo la forma aglomerada de la escritura, las películas y el sonido” (Chartier, 2012: 71). Los cambios de soportes no cuestionan las ciencias, crean sólo nuevos modos de investigación y transmisión. Ninguna de las herramientas tecnológicas nuevas llegará a “industrializar” el acto de la enseñanza ni la marcha del aprendizaje de modos que los educadores no serán nunca simples ejecutores de programas. El desafío de las Instituciones de Enseñanza Superior es preparar a los alumnos para abordar la experiencia mediática. Por lo tanto, las nuevas tecnologías y sus diferentes implicaciones para la Literatura no pueden faltar en la formación de futuros docentes.

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