Resignificando concepciones

Las relaciones entre los procesos de enseñanza y aprendizaje, los nuevos roles de los sujetos de la educación y las nuevas concepciones sobre lo que es valioso enseñar, serán los ejes que orientan nuestro análisis y escritura.

Retomando los aportes de Dussel, en la escuela del S. XXI, es necesario reconocer el surgimiento de nuevas formas de leer y escribir en los alumnos,  producto de la influencia de las TIC tanto fuera como dentro de la escuela.

En este contexto, los docentes ¿se reconocen con las competencias necesarias para reconocer y validar estas nuevas formas de alfabetización? Considerando dicha perspectiva es necesario focalizar en instancias de formación que favorezcan el desarrollo de nuevas formas de concebir las prácticas de enseñanza y aprendizaje mediadas y atravesadas por las TIC; que se fortalezca el diseño de nuevas experiencias de aprendizaje que permitan vincular los contenidos escolares con aquellos extra- escolares guiando el desarrollo de competencias para la selección críticas de los recursos, información y publicación.

Asimismo, es necesario reconocer que el diseño curricular (en tanto selección, organización y prescripción de contenidos) precisa redefinir los contenidos reconocidos como válidos , puesto que en la Sociedad del Conocimiento y la Información, las competencias y habilidades digitales, forman parte y representan un valor y conocimiento socialmente productivo.

Es más, los formatos tradicionales de presentación de contenidos se han visto interpelados por los nuevos lenguajes digitales, que focalizan en lo visual, en lo que transmite a través de recursos audiovisuales (imágenes, videos, sonidos, etc).

En ésta línea de resignificaciones, las TIC propician nuevas formas de propagación, vinculación y aprendizajes, a través de la circulación en red.  En la escuela es necesario re configurar los vínculos y relaciones de poder entre los protagonistas del acto pedagógico: docente, alumno y conocimiento. Es preciso orientar las relaciones propias de la enseñanza y el aprendizajes partiendo de una construcción de sentidos colaborativa, fundamentándose en una “pedagogía dialógica”.

Claramente, en este escenario de conocimientos distribuidos y construcción colaborativa, hay que reconocer la importancia de ser permeable y permitir actitudes de aprendizaje, distanciándose  de las relaciones tradicionales de tipo verticalistas y apostando a la horizontalidad, tanto en el enseñar como en el aprender.

“…Las nuevas alfabetizaciones deberían ayudar a promover otras lecturas (y escrituras) sobre la cultura que portan las nuevas tecnologías, que les permitan a los sujetos entender los contextos, las lógicas y las instituciones de producción de esos saberes, la organización de los flujos de información, la procedencia y los efectos de esos flujos, y que también los habiliten a pensar otros recorridos y otras formas de producción y circulación.”[1]


[1] Dussel, I. y Southwell, M. (2005). “Lenguajes en plural”. Monitor de la educación común. (13) Dossier La escuela y las nuevas alfabetizaciones”. (disponible 31 de mayo de 2008).

 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *