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Corresponde a las consignas 1, 2 y 3

UNA DEFINICIÓN  de EVALUACIÓN  Y SUS  ESPECIFICACIONES  

A continuación explicito mi definición acerca de la evaluación[1]:

La evaluación es un complejo proceso que permite develar los aspectos( tiene que ver con los criterios de referencia) vinculados al alumno en la situación didáctica, pero también refiere al docente- en su práctica pedagógica y su práctica docente- a los procesos de la institución educativa, al estilo de gestión y organización institucional, al PEI, y demás proyectos institucionales, a los Diseños Curriculares y propuestas editoriales, es decir, involucra múltiples aspectos de la Comunidad Educativa.

Esta permite emitir juicios, a partir de la información encontrada, con la finalidad de tomar decisiones para modificar –durante dicho proceso o en proyección a nuevos procesos- los obstáculos o dificultades encontradas, según criterios de innovación y /o  mejoramiento del proceso.

Mariela A. Alday

Es importante destacar que no siempre se obtiene información válida y fiable- entendido esto en sentido positivista- sino que, para que la información sea lo más aproximada a la realidad, ha de estar contextuada, y además, dependerá del tipo de evaluación que se realice.

¿Qué significa que la evaluación ha de estar contextuada?

Poggi, Bertoni, y Teobaldo[2] lo explican de la siguiente forma: “…En muchas ocasiones se considera que los individuos son los únicos responsables de un proceso o un resultado sin atender al conjunto de medios, recursos y condiciones que los determinan y condicionan en gran parte. No se trata de desresponsabilizar a las personas, pero sí de tener en cuenta ese conjunto de condicionantes en el proceso evaluador. Se trata de aprender una realidad compleja y dinámica, con sus códigos, los cuáles permiten dotar de significado a la información que se revela”

Analicemos esta imagen en relación a lo expuesto anteriormente.

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Por otro lado, nos planteamos:

¿Y el tipo de evaluación de qué depende?

En primer lugar, evaluar siempre supone una “lectura orientada…El evaluador construye un referente, ya que no se realiza una lectura directa del objeto, no solo inciden las expectativas respecto del objeto a evaluar, sino también determinada concepción de evaluación que conlleva los propósitos que se derivan de ella, “por qué se evalúa” y “para que se evalúa”.  Respecto de esto último, las autoras Poggi, Bertoni, y Teobaldo lo consideran relativo a los usos sociales de la evaluación:

Las intenciones de la evaluación: “Por qué se evalúa”

Las acciones derivadas de los resultados: “Para qué se evalúa”

“Si nos preguntamos por qué se evalúa, la cuestión remite inmediatamente a la intención de  quién construye el objeto de evaluación”… Si en cambio el interrogante está referido a para qué se evalúa, la preocupación refiere a los efectos de la evaluación sobre la acción     (qué se hará con los resultados)” (Poggi, Bertoni, Teobaldo, 1996)

 

Respecto del primer ítem, las intenciones del evaluador dependen de su concepción de evaluación, esto es emergente de un paradigma determinado.

Si la intención es medir esto tendrá como base el paradigma del control- Positivista, o Experimental-, si la intención es comprender, interpretar ciertos significantes- establecidos mediante un referente o no- sentará sus premisas bajo la perspectiva del paradigma de la evaluación, o llámese cualitativo, comprensivo-interpretativo u otros nombres derivados por diversos autores.

Respecto del “para qué se evalúa” es importante tener en cuenta quién o quienes evalúan y el objeto de la evaluación que no es independiente del contexto en el que se lleva cabo.

“…la evaluación se inscribe siempre en un ámbito de decisiones… en el caso de la evaluación implícita que tiene lugar en la interacción cotidiana entre maestros y alumnos, aquella sirve al docente para tomar decisiones sobre sus prácticas en el aula. Tenga o no conciencia de que la realiza, el maestro releva una información de la cuál organiza la interacción con sus alumnos en término de lo que se considera mejores condiciones para el aprendizaje”

Cuándo la evaluación tiene carácter institucional, su modalidad es explicita,  pero es variable de acuerdo al tipo de evaluación empleada.

“Cuándo se trata de una evaluación diagnóstica, el docente procura información acerca de los saberes y competencias que poseen sus alumnos en términos de los requerimientos necesarios para una secuencia futura de aprendizajes. En este caso los resultados obtenidos constituyen una información de base para adoptar decisiones que se estimen más adecuadas: reforzar los contenidos o proseguir con la secuencia iniciada.

Cuándo se emplea la evaluación sumativa para comprobar en qué medida los alumnos han adquirido los conocimientos esperados y las competencias correspondientes, la información orienta la decisión de promoverlos de grado-o año- por ejemplo otorgarles una certificación que acredite el término de un nivel.

En la evaluación formativa, la decisión está directamente vinculada a la selección y puesta en práctica de secuencias de contenidos y de estrategias pedagógicas  que se consideren como las más adecuadas para mejorar los resultados obtenidos. En éste sentido, la información que provee la evaluación sirve para fundar decisiones pedagógicas” (Poggi, Bertoni, Teobaldo)

Esta no es la única forma de clasificación respecto del “Para Qué y Por Qué Evaluar”, esta es solo una alternativa para su descripción a modo de comprender la compleja trama del proceso evaluativo, y las distintas derivaciones que puede reflejar el mismo, pero me parece esclarecedor el abordaje realizado por estas autoras en cuanto al análisis y descripción de las categorías teóricas abordadas.

Estas categorías y el Boletín Escolar.

Si tuviéramos que ubicar al boletín escolar en el marco de estas categorías podríamos decir que el boletín se vincula más por su carácter formal, institucional y explícito-comunicativo,  a la “evaluación sumativa” para comprobar en qué medida los estudiantes han adquirido los conocimientos esperados propuestos por el docente, dicha información se utiliza para acreditar parcialmente y de manera final promoviendo por año y / o  nivel y que a la vez por medio de certificaciones legitima dichos saberes.

Aunque también tiene un carácter formativo, en cuanto, dados los resultados constituyen la información   para tomar decisiones pedagógicas –didácticas que contribuyan a mejorar los procesos de enseñanza atendiendo a la diversidad de situaciones que se presentan en el quehacer diario.

 

[1]  Tesis “Nuevos Postulados en evaluación, abriendo camino hacia nuevas prácticas evaluativas”- Mariela Alday (2001) Universidad Nacional de San Juan- Facultad de Filosofía, Humanidades y Artes.

[2] Bertoni, Alicia. Poggi, Margarita y Teobaldo, Marta. Evaluación. Nuevos Significados para una práctica Compleja. Buenos Aires. Editorial Kapelusz. 1996.

¿A quién le reclamaban las notas o calificaciones? ¿Quién es el responsable o los responsables de las notas?

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Antes la mirada con respecto a los logros y fracasos –o mejor dicho las dificultades –se atribuían exclusivamente al alumno. Hoy inmersos en una cultura de la evaluación, sabemos que también es responsabilidad nuestra, aunque no se justifica la falta de respeto a la autoridad y el cuestionamiento de las actuaciones del docente.

 

Pelis…documentales… y artículos recomendados, a seguir emocionándonos!!!…

Documentales:

 

Película:

 

 Artículos relacionados al tema:

  • http//actividadesinfantil.com/ Cómo trabajar habilidades sociales en el aula. 
  • http//www.eduso.net/res/artículos/ Reforzar vínculos en la comunidad educativa a través de la intervención socioeducativa. 
  • http//www.eduso.net/res/ El derecho a la participación de niños y niñas.

 

 

Los boletines escolares: entre lo dicho y lo no dicho.

Entre los muros Entre-los-murosEntre les murs (conocida en España como La clase y en Argentina como Entre los muros) es una película francesa de 2008, dirigida por Laurent Cantet y basada en la novela del mismo nombre, escrita por François Bégaudeau. La novela y la película son una narración parcialmente autobiográfica de las experiencias de Bégaudeau como profesor de literatura en un instituto multirracial de la periferia de París. La película es tratada con una vocación documentalista, donde el autor de la novela, François Bégaudeau, se interpreta a sí mismo en su papel de profesor. SINOPSIS: François y sus colegas profesores preparan el nuevo año en un colegio de un barrio marginal de París. Llenos de buenas intenciones, deseosos de aportar la mejor educación a sus alumnos, se arman contra el desaliento. Pero las culturas y las actitudes se enfrentan en el aula, microcosmos de la Francia contemporánea. Por muy divertidos y estimulantes que sean los adolescentes, sus comportamientos pueden cortar de raíz el entusiasmo de un profesor que no cobra bastante. La tremenda franqueza de François sorprende a sus alumnos, pero su estricto sentido de la ética se tambalea cuando los jóvenes empiezan a no aceptar sus métodos.

Fuente: http://es.paperblog.com/entre-los-muros-1672656/

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http://www.youtube.com/watch?v=W-84Rbr9Xl0

El primer fragmento lo titulé calificación vs evaluación. Allí, en los primeros cuatro minutos de la película, los profesores en el primer día de clases se presentan e intercambian informes sobre los estudiantes que pasan de un año a otro. Son diálogos breves basados en el comportamiento, que se expresan con “buenos, mal, muy malo, muy bueno”, explicitados en una hoja donde aparentemente esta la lista de alumnos, asignatura y la evaluación, entendida en este caso como cualidad o etiqueta colocada al estudiante según su comportamiento y desempeño en la disciplina el año anterior. La etiqueta es lo más cercano a una calificación representada a través de un número o concepto que poco dice de un proceso de aprendizaje. ghjkh

http://www.youtube.com/watch?v=ELJeblSUlgU

El segundo fragmento lo titulé “las etiquetas y el sistema de sanciones”. El mismo transcurre promediando la película y se trata de una reunión del Consejo Asesor de la Escuela, conformado por los claustros docentes, directivos y estudiantes, donde colocan la calificación del trimestre de cada estudiante. Allí se advierte la evaluación como sinónimo de calificación y esta como sinónimo de sanción. Van siguiendo la lista de alumnos, opinando entre todos y acordando una nota y una observación cualitativa como “debes mejorar” o “sigue así”. Cuando llegan a determinado alumno, que tuvo un episodio de violencia en el curso, la evaluación se transforma en sanción y se llega la aplicación de la más severa como es la expulsión. La evaluación sigue sin dar cuantas de un proceso de aprendizaje, muchos menos de enseñanza. Es decir, en estos fragmentos de la película “Entre les mures”, observamos la relación estrecha entre enseñanza de las disciplinas, evaluación, calificación, etiquetamiento, éxito y fracaso escolar, sostenido por todo un aparato escolar que lo legitima y avala. Entre ellos se observa el consejo de clase, integrado por todos los claustros, donde se definen notas numéricas en base al rendimiento académico y actitudinal. Hay contradicciones entre las opiniones de cada actor del claustro, pero en las trayectorias individuales no se tienen cuenta las problemáticas de fondo de cada estudiante, muchos de ellos con raíces en sus propias culturas, ya que se trata de un grupo-clase caracterizado por la diversidad de razas, etnias y por lo tanto cultura. En el discurso de cada adulto que emite una opinión evaluativa sobre cada alumno de acuerdo a la materia que dicta, subyace la idea del alumno ideal. Disciplinado, ordenado, estudioso, responsable, con sus útiles adecuados, que escucha y reproduce, presta atención en clase, etc. Y como se sostiene en las investigaciones que venimos estudiando en esta Especializacion, jerárquicamente se ubican matemática y lengua (francés en este caso) como las primeras materias a evaluar y aparentemente también colocadas en ese orden en el boletín. Entre lo dicho, legitimado, clasificado y la construcción colectiva del sujeto escolar se plantea la brecha en las trayectorias escolares del sujeto “ideal” y del “sujeto” actual, ese que irrumpe, interpela, cuestiona las normas escolares, entre ellas el conocimiento transmitido sin significación alguna o significando algo para algunos sectores sociales y no para los menos desfavorecidos. ¿Vale la pena enseñar todo a todos? O ¿hay que hacer del acontecimiento una situación nueva que haga huella en el sujeto escolar?

A continuación les dejo un Fragmento de la película la Educación Prohibida donde muestra Imágenes de estudiantes con sus calificaciones habituales y las Diferentes expresiones de cómo la resignifican. 

http://www.youtube.com/watch?v=NeOKXfzV4bU

 

Portada  de la película "Entre los Muros"

Portada de la película “Entre los Muros”

En este Video que a continuación presento, se evidencia una escena en la que el profesor pregunta a una alumna que fue lo que aprendió en la escuela, la alumna le dice que en la escuela no aprendió nada, sin embargo para sorpresa del profesor cuenta que en su casa leyó un libro de Platón. Esto nos da la pauta que muchas veces nuestros alumnos se forman y aprenden de manera significativa en otros contextos, quedando desarticulado el saber que traen con lo que se enseña en la escuela. A propósito de los boletines me pregunto ¿Qué calificaciones habrá obtenido esa alumna en sus boletines?  

http://www.youtube.com/watch?v=nl8sLgFj4v0

 

 

 

El contenido cambia…la forma permanece

Primer escena
En medio de una mudanza, llenando cajas y cajas con aproximadamente 80 años de la historia de una familia archivada en un sótano, van apareciendo una serie de objetos… Portafolio de cuero, un frasco de tinta china medio seco, un cuaderno de caligrafía, una escarapela, varios simulcop (aunque estos ya los conocía, de hecho encontré un cuaderno de estos cuando era pequeña y me di el gusto de usarlo en mi escolaridad primaria), un cuaderno de ¿primero superior?…Y entro estos representantes de la cultura material de la escuela, una libretita pequeña, forrada amorosamente con un papel floreado. Al abrirlo dice claramente “LIBRETA ESCOLAR”; perteneció a mi madre en 1960. Sumergida en semejante hallazgo lo inspecciono. Allí se consignan las normas del instituto (se trata de una institución privada), la justificación de inasistencias, una escala de calificaciones que van del sobresaliente al aplazado o reprobado y le sigue una tabla con las clasificaciones mes a mes.
Si hacemos “el juego de las diferencias” entre este boletín y el que aparece en la siguiente imagen y es de 2012, podemos encontrar varias similitudes y varias diferencias. Las escalas, clasificaciones, notas, disposición en la hoja…, elementos del pasado que continúan a la vez que otros se reeditan en función de lo que acontece en el escenario escolar actual. En este sentido, el boletín en tanto objeto escolar guarda estrecha relación con las características de la escuela, con el atravesamiento entre lo instituido y lo instituyente, con la tradición y el cambio.

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Segunda escena
Los siguientes fragmentos corresponden al libro de Daniel Pennac “Mal de escuela”. Tal como señala el autor en la contratapa, no se trata de un libro sobre la escuela, sino un libro sobre el zoquete. “Sobre el dolor de no comprender y sus daños colaterales”; se trata del relato de cómo ser un mal alumno. Pennac se detiene y mira su pasado como alumno, sus vivencias y experiencias como mal estudiante (en la década de 1950), para luego volver y hablar desde su lugar actual como docente, más precisamente como Profesor de Lengua y Literatura en un liceo parisino. Explora distintos sentidos construidos, significaciones que lo atravesaron y atraviesan como persona a partir de ser “Un zoquete sin fundamento histórico, sin razón sociológica, sin desamor: un zoquete en sí. Un zoquete arquetipo” (Pennac, 2008: 25).
Los fragmentos seleccionados dan cuenta de sensaciones, emociones, y significaciones que se construyen en torno a los boletines escolares; ya sea en el alumno, en su familia o en los mismos docentes.

“De modo que yo era un mal alumno. Cada anochecer de mi infancia, regresaba a casa perseguido por la escuela. Mis boletines hablaban de la reprobación de mis maestros. Cuando no era el último de la clase, era el penúltimo. (¡Hurra!) (…) llevaba a casa unos resultados tan lamentables que no eran compensados por la música, ni por el deporte, ni, en definitiva, por actividad escolar alguna”. (Pennac, 2008: 17)

“La madre. Está sola en casa, la cena terminada, los platos por lavar, las notas del muchacho delante de sus narices, el muchacho encerrado con doble vuelta de llave en su habitación ante un videojuego, o ya fuera, de farra con su pandilla a pesar de una tímida prohibición…Sola, con la mano en el teléfono, vacila. Explicar por enésima vez el caso del hijo, recorrer una vez más el historial de fracasos, qué fatiga, Dios mío… Y la perspectiva del futuro agotamiento: tener que buscar también ese año alguna escuela que le acepte…pedir un día de permiso en la oficina o en la tienda…visitas a los directores del centro…la barrera de la secretaría…papeles que llenar…esperar la respuesta”. (Pennac, 2008: 43)

“Profesores, hermanos míos, os lo suplico; pensad en vuestros colegas cuando, en el silencio de la sala de profesores, escribís en los boletines que el tercer trimestre será decisivo”. (Pennac, 2008: 44)

De ayer, de hoy y… ¿de siempre?

Tal y como han explicado y desarrollado distintos autores, tales como Lahire, Tyack y Cuban, Viñao, la escuela y los elementos que la constituyen se encuentran atravesados por la tensión entre permanencia y cambio; por aquello que hizo que se perpetuara en el tiempo y el espacio y por lo que le permite ser la institución educativa por antonomasia. Niños, jóvenes, adultos y adultos mayores se encuentran familiarizados con los objetos escolares, entre estos, el boletín escolar. Más de uno puede contarnos una anécdota que lo traiga a colación al relatar una experiencia de la escuela. A su vez, los boletines se encuentran rodeados, o bien, se construyen en su entorno un sinfín de representaciones que son propias de cada uno de los sujetos con los cuales se vincula: el dueño del boletín, el docente que lo completa, la directora que lo firma, el entorno familiar que lo recibe y debe firmarlo… Toda esta “escena” se activa en cada periodo escolar; la nota que va al boletín, la reunión de padres para entregarlos, la firma de los padres que no debe faltar, el “compromiso” de mejorar las notas, etc. Imágenes, situaciones que pueden hallarse en la biografía escolar de varias generaciones. Y no sólo eso, como siempre afirmaban (¿y afirman?) los docentes “el boletín es un documento, no es cualquier papel”; fuera de la sacralizad que en ciertas ocasiones se le ha otorgado, es una realidad. El boletín comunica la evolución en el proceso de escolaridad, señala los avances y retrocesos, a la vez que permite dar paso, o no, a que el alumno promocione al siguiente año de escolaridad.
Por todos estos motivos elegí abordar los boletines escolares, y por eso también la pregunta inicial. Si consideramos el tiempo de vida de la escuela, y la permanencia de sus objetos, podemos afirmar que llevará tiempo rasgar el núcleo duro de la gramática escolar en lo que refiere a la evaluación, calificación y comunicación de los resultados obtenidos por los alumnos; en este sentido, quizás no podemos decir que los boletines estarán siempre…pero si que todavía les queda camino por recorrer al interior de la institución escolar.

Libreta de Clasificaciones Mensuales de 1928

Libreta Clasificaciones
Al inicio se leen datos que identifican al/a la alumno/a, a la escuela y al “Territorio Nacional”.
Artículos Ley 1420 y del Reglamento General de Escuelas.
Pueden leerse algunos artículos de la Ley 1420 y del Reglamento General de Escuelas. Al final la firma del “padre, tutor o encargado”

 

Los registro scomienzan a partir del mes de Abril.
Los registro scomienzan a partir del mes de Abril.

 

Registros Mayo/Junio: las dimensiones evaluadas "Aplicación" y "Conducta". Se observan las apreciaciones de la maestra
Mayo/Junio…   Las apreciaciones mensuales referidas a “Aplicación” y a “Conducta” dependía del concepto “que acerca de la actuación del alumno durante ese mes, se forme(ara) el maestro”.
Y en Noviemrbe... el alumno "Pasa de Grado"
Y en Noviemrbe… el alumno “Pasa de Grado”