La cultura digital y los procesos de subjetivación: el caso de los sujetos escolares

La cultura digital y los procesos de subjetivación: el caso de los sujetos escolares.

La cultura digital

Inés Dussel (2009) defiende la noción de cultura digital (o visual) en tanto esta “no es simplemente un repertorio de imágenes sino un conjunto de discursos visuales que construyen posiciones, y que están inscritos en prácticas sociales, estrechamente asociados a las instituciones que nos otorgan el “derecho de mirada” (entre ellas, la escuela, que organiza un campo de lo visible y lo invisible, de lo bello y de lo feo)”. El análisis de esta descripción nos permite inferir rápidamente cuánto gravita en los procesos de subjetivación la cultura digital. La mera sumatoria de imágenes seguramente tornaría difícil la construcción de nuevos sujetos, en cambio el vínculo entre imágenes, discursos y prácticas sociales, muestra claramente mayor capacidad explicativa de tales cambios.

La invención del sujeto

      Michel Foucault (2001) expresó que su objetivo durante dos décadas fue “elaborar una historia de los diferentes modos por los cuales los seres humanos son constituidos en sujetos”. Entonces, dado que el sujeto es una construcción histórica, lo que se sigue es su naturaleza cambiante, atada al devenir histórico, por lo que debemos pensar en que no hay una naturaleza humana rígida y que lo más esperable es precisamente el cambio, la permanente construcción de nuevos sujetos. Consecuentemente, Foucault se extendió en el análisis del vínculo entre el poder y el saber, y en esa relación el sujeto emerge posicionándose entre las relaciones de dominación y comunicación, y, por lo tanto, sujeto a las permanentes fluctuaciones de la díada poder-saber.

El sujeto escolar

      Guillermina Tiramonti (2013), observando la historia de las últimas décadas del siglo anterior, nos ha recordado las múltiples “transformaciones […] que modificaron la vida cotidiana de la gente y, a la vez, impactaron significativamente en la conformación de las subjetividades y las identidades”, dando especial significación a la revolución en el campo comunicacional. Así, los medios de comunicación, constituidos como “un ecosistema o ambiente en donde se desenvuelve nuestra vida y donde se recrean y producen lenguajes, conocimientos, valores y orientaciones sociales” compiten con la función de la escuela como herramienta fundamental de transmisión de conocimientos. En esa liza, se encuentra el sujeto escolar, interpretado, enseñado, evaluado, al amparo de acciones institucionales y teorizaciones cuyas revisiones muestran la mora suficiente para no dar respuestas adecuadas al ímpetu de los cambios de la cultura digital.

En este punto, cabe recordar que Juan Carlos Tedesco (2009) ante esta competencia, la escuela debía “romper el aislamiento institucional” buscando nuevas formas de asociarse con “los otros agentes socializadores, particularmente la familia y los medios de comunicación” en las que debería “asumir una parte significativa de la formación en los aspectos duros de la socialización”. En esta resignificación de su rol, la escuela, entre muchos otros aspectos, debería, al decir de Tiramonti, “reconocer a las nuevas tecnologías de comunicación como tecnologías intelectuales, esto es, como estrategias de conocimiento, y no como meros auxiliares de la tarea escolar” e “incorporar los medios audiovisuales como objeto de estudio de la cultura cotidiana de los chicos”.

 

La muerte del sujeto

En Las palabras y las cosas (2008), Foucault anuncia la muerte del sujeto, refiriéndose al sujeto-cogito de acentuada raigambre cartesiana, al sujeto idealizado por el humanismo. Precisamente, como una forma de mostrar que el paralelismo a resolver entre cultura digital y la función de la escuela (y sus consecuencias en los sujetos escolares), tiene horizontes que demandarán mayores esfuerzos, concluimos estos comentarios con lo expresado por Freeman Dyson (2007), susceptible de ser inscrito en lo que ha sido llamado el transhumanismo:

             Cada orquídea o rosa o lagartija o culebra es el trabajo de un hábil y dedicado criador. Hay miles de personas, profesionales o aficionadas, que dedican su vida a este negocio. Ahora imaginen qué pasará cuando las herramientas de la ingeniería genética se vuelvan accesibles a estas personas. Habrá kits de hágalo usted mismo. La biotecnología doméstica permitirá una explosión de diversidad en las criaturas vivientes, cosa diferente a los monocultivos que prefieren las grandes corporaciones. Nuevos linajes proliferarán para reemplazar aquellos que la deforestación y los monocultivos masivos han destruido. Diseñar genomas será un asunto personal, una nueva forma de arte tan creativa como la de pintar o esculpir.

Si entendemos que las distancias de hoy entre la cultura escolar y la cultura digital son insalvables para los sujetos escolares, sin duda los apuntes de Freeman Dyson nos muestran un horizonte que nos invita a redoblar los esfuerzos por debilitar tales distancias.

Bibliografía

Dussel, Inés (2009), Escuela y cultura de la imagen: los nuevos desafíos, en  Revista Nómadas, n° 30, Bogotá (http://www.ucentral.edu.co/images/stories/iesco/revista_nomadas/30/nomadas_30_13_escuela_y_cultura_de-la.pdf [consulta: julio de 2013]).

Foucault, Michel, (2001), El sujeto y el poder, en Dreyfus, Hubert L. y Paul Rabinow (2001), Michel Foucault: más allá del estructuralismo y la hermenéutica, Buenos Aires, Nueva Visión.

Foucault, Michel (2088), Las palabras y las cosas. Una arqueología de las ciencias humanas, Buenos Aires, Siglo XXI.

Tiramonti, Guillermina (2013), Clase 6:La escuela media frente a los mandatos sociales y a las nuevas formas de diferenciación social, en Especialización en Currículum y Prácticas Escolares en Contexto, Cohorte 2013, FLACSO Virtual.

Tedesco, Juan Carlos (2009), Educar en la sociedad del conocimiento, Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica.

Freeman, John Dyson (2007), Nuestro futuro biotecnológico, artículo en  http://www.nybooks.com/articles/archives/2007/jul/19/our-biotech-future/ (consulta: julio de 2013).

 

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