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LAS TIC´S NO PIDIERON PERMISO PARA ENTRAR EN NUESTRA VIDA COTIDIANA

En la actualidad cada vez se expresa con mayor fuerza la necesidad de incluir las TIC en las tareas de gestión pedagógica y de planificación de la enseñanza para enriquecer los aprendizajes de los alumnos. Aunque esto no implica que se las pueda incluir en las clases automáticamente. Dicho de otro modo, se reconoce la necesidad de incorporar las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) a la tarea educativa, pero, aún estamos lejos de poder integrarlas en las aulas.

Una persona que hoy no maneja las nuevas tecnologías está en riesgo de quedar excluida y limitada en sus posibilidades de desarrollo. Se suele comparar esta situación con la época en la que surgió la imprenta, en la cual para poder acceder a la información socialmente significativa había que saber leer y escribir. Sucede algo similar con la necesidad de integración curricular de las TIC en la actualidad. Por eso una política que universaliza el acceso y la integración de las TIC es una política que busca garantizar el derecho a la educación en el marco de un proyecto democratizador.

Hoy el mundo es muy diferente al de unas décadas atrás: el volumen, el dinamismo y la complejidad de información superan exponencialmente los existentes en cualquier etapa anterior. Más que nunca las formas de conectarnos con los demás se realizan por medios digitales y electrónicos, lo cual permite aumentar la frecuencia, cantidad y calidad de las interacciones. Surgen nuevos trabajos, oficios y actividades que no existían poco tiempo atrás; el conocimiento actualizado y veraz no se encuentra solamente en un número limitado de centros de saber sino en espacios de conocimiento que surgen en las sociedades en red. De aquí la necesidad de que los ciudadanos puedan contar con herramientas cognitivas y competencias que les permitan accionar de modo crítico, creativo, reflexivo y responsable sobre la abundancia de datos, para aplicarlos a diversos contextos y entornos de aprendizaje, así como construir conocimiento relevante basado en ellos, proceso en el que la escuela adquiere un lugar fundamental. (Sagol, 2011).

Fuente: Especialización docente de nivel superior en educación y TIC. Módulo Marco Político Pedagógico. Clase 4- Ministerio de Educación de la Nación. (2013)

 

 

Reflexiones en torno a la “brecha digital”

El eje vertebrador de esta reflexión es la idea de que las nuevas tecnologías llegaron para quedarse creando una brecha generacional entre los denominados nativos e inmigrantes digitales.

A fines del siglo XX y principios del XXI, desde las políticas educativas se estimuló la incorporación de las computadoras en las escuelas, Canclini (2008) sostiene que la escuela pasó de lo escrito a lo visual sin haber hecho el tránsito de aprender a leer lo audiovisual.

En nuestro país la llegada de las NET a las escuelas se produjo masivamente a través del Programa Nacional Conectar Igualdad. Si bien es un gran paso en pos de la democratización, en un contexto de profundas desigualdades sociales y culturales como el de América Latina no todos los jóvenes gozan del universo hipertextual, conformándose una “brecha digital” entre quienes tienen acceso a internet, poseen equipos de última generación y acumulan conocimientos en éste sentido y quiénes no.

Para quienes nacimos en un tiempo anterior al de convivencia con la virtualidad,  los modos en que tradicionalmente fuimos construyendo el conocimiento escolar son diferentes al de los jóvenes o nativos digitales. Podríamos decir que mientras ellos “miran al mundo por una pantalla” muchos de nosotros, aunque fuimos alcanzados en gran medida por internet y los medios audiovisuales, nos cuesta pensarlos en términos pedagógicos, parafraseando a Gamarnik (2008), “la utilización es desde una lógica instrumental como difusores de contenidos curriculares y no como objeto de estudio”.

La alfabetización virtual exige un lector crítico, capaz de interrelacionar imágenes, sonidos, textos y videos, internet no es democrático en sí mismo, Emilia Ferreiro (2001:18) advierte que “los navegantes de internet son barcos a la deriva si no saben tomar decisiones rápidas y seleccionar información”.

Si bien ha cambiado drásticamente la forma en que se lee y escribe, no ha cambiado el carácter privilegiado de éstas prácticas. Los nativos e inmigrantes digitales están en veredas opuestas ya que “todavía es mucho lo que (los jóvenes) pueden aprender para manejarse en la red, todos los aprendizajes vinculados con estrategias de lectura, con hábitos y modalidades que requieren de la mediación de los adultos” (A. Brito y otros, 2008).

Es necesario crear puentes entre unos y otros sin quedar atrapados en la nostalgia, porque como sostiene Umberto Eco, “El libro de papel no desaparecerá (…) La computadora es amiga de los libros (…) La computadora multiplicó los libros. Hoy nos la pasamos imprimiendo (…) La computadora permitió que todos puedan publicar sin pagar (…)”.

Esta nueva realidad de las TIC en el aula le plantea al docente un gran desafío: que además de adquirir la idoneidad para el manejo de estas nuevas tecnologías, debe ir más allá; debe lograr que se transformen no en meros recursos sino en nuevas concepciones de enseñanza y aprendizaje. No podemos negar que la búsqueda, el acceso, la selección y el procesamiento de la información ha variado significativamente con relación al libro impreso; incluso no sería disparatado pensar que las TIC pueden llegar a modificar los procesos cognitivos en situación de aprendizaje. Es más, estamos en condición de afirmar que estos procesos se han modificado.

La nueva era digital nos espera…

Es evidente que en esta nueva era, la tecnología llegó para quedarse,  entonces… ¿ por qué no amigarnos con ella? : si somos conscientes que este proceso  tecnológico tuvo su principio, pero alguien puede a ciencia cierta afirmar ¿ cuándo será su fin?

Más allá de las cuestiones generacionales, es innegable el fuerte impacto cultural que generó en la sociedad, y más aún en educación con la llegada de las NET a las escuelas, con el Programa Nacional Conectar Igualdad. Sin lugar a dudas esta decisión político- educativa, ha sido de gran trascendencia. Las TIC, como recurso didáctico para el aula, en donde el docente y el alumno tengan su Net,  ofrece una invalorable herramienta pedagógica, en la que se pueden generar experiencias muy innovadoras y creativas. Como por ejemplo: crear aulas virtuales, blogs, Word- press, etc.

Además el uso de las TIC, ha generado cambios curriculares significativos, dado que su aplicación en materia educativa se incorporó, en los distintos espacios curriculares en todos los niveles de formación, desde Inicial hasta el Terciario. Por lo tanto, para comprender esta nueva era digital y darle un uso en el aula, la capacitación  y el conocimiento, son elementos claves, para utilizarlo en el aula, lo que permitirá explotar y aprovechar  todo su potencial.

Por lo tanto, es una herramienta que hay que valorar, y adaptarse a su utilización y seleccionar los materiales que sean significativos para el aula, ahí creo que está la clave.

Pero, gracias a esta nueva era, hoy estamos compartiendo e intercambiando entre compañeros y profesores ideas y experiencias en este sistema virtual, en donde nos podemos comunicar desde el lugar en que estemos, lo cuál hace décadas atrás ¡¡era impensado!!

 

 

 

 

 

 

Algunos tópicos en torno a la brecha digital…

Edith Litwin en “La tecnología y sus desafíos en las nuevas propuestas para el aula”, abre un punto de diálogo y reflexión acerca del papel que debe tomar la escuela – y los docentes- frente a los avances tecnológicos y  los alumnos en relación a ellas. También plantea que ignorar la tecnología, implica no mirar hacia adelante ignorando el uso reflexivo y un nuevo pensamiento que puede contribuir y debe ser utilizado como herramienta de trabajo dentro de las instituciones escolares. Otro aspecto a tener en cuenta es que el no conocer bien el uso de las computadoras o de técnicas audiovisuales, entre tantas otras, pueden colocarnos en una posición inferior por no saber utilizarlas así como por no saber enseñar a los alumnos como trabajar con estos elementos culturales, sabiendo que la tecnología representa hoy un elemento clave del desarrollo cultural. Si desde la escuela tomáramos la responsabilidad de ser un centro formador, sería necesario reconocer en la tecnología maneras renovadas de acceder y producir conocimientos, tomando para ello una visión multifacética de las actividades de enseñanza y aprendizaje que pueda ser sustentado por diversas tecnologías. Al respecto, Burbules y Callister, en su texto “Riesgos y Promesas de las Nuevas Tecnologías de la Información en  Educación”, nos acercan al hecho de que las tecnologías no solo constituyen un conjunto de herramientas; son más que esto, constituyen un espacio donde suceden cosas, donde la gente actúa e interactúa, desde donde los profesores pueden establecer alianzas para ayudar a pensar de todas las maneras posibles convirtiéndose así la escuela en el centro alrededor del que giren la familia, la cultura y el trabajo.  Esto representa un gran desafió para la práctica docente y para los alumnos, que hará posible una enseñanza solidaria que pueda superar la “brecha digital entre docentes y alumnos”.