SUJETOS RACIONALES….SUJETOS DIGITALES….SUJETOS ESCOLARES

Partir del contexto institucional, desde una mirada macroescolar, se ve a la escuela como una trama institucional y social que contempla diferentes actores y  alcanza una mirada microescolar . Según el rol que desempeño, docente de formación Etica y ciudadana, en la escuela secundaria, el análisis  estaría orientado a:

  • La configuración del cronotopos: la dimensión espacio-temporal.  Encontramos habitualmente rigidez dentro de la cultura escolar, la escuela se encuentra encasillada  en horarios, divisiones de espacios curriculares, espacios de recreación, reglas de convivencia, inflexibilidad para aprender de otra manera,etc.. Esto hace que la forma de funcionamiento no permita al alumno acceder a la inclusión desde otros ámbitos, porque la escuela secundaria contempla no solo la  obligatoriedad sino la “presencialidad”. Una posible solución a ello estaría basada en la posibilidad de “filmar las clases” mediante videoconferencia, como recurso TIC. Mediante las Tics, se alcanzan logros importantes, como por ejemplo, la relación de todos con todos. Es decir, generar espacios virtuales, como los grupos en las redes sociales, que permiten intercambio de opiniones, contenidos curriculares, evaluaciones, invitaciones a eventos intraáulicos, etc., generando asi, espacios que superan lo físico del aula y además permiten la integración.  Las prácticas de integración se realizan entre pares, todos los alumnos son actores sociales del mismo proceso de trabajo, son responsables de la integración al igual que la comunidad escolar en general.

•             La función aislada del alumno:  la dimensión didáctica. Fomentar la dinámica del trabajo colaborativo, lo que lleva a la participación en el aula y a vivir la enseñanza de manera conjunta.  La fragmentación de los espacios curriculares lleva a un aprendizaje fragmentado. La posible solución puede estar centrada en el uso de las Tics como herramienta de conexión para debatir, intercambiar opiniones y resolver actividades referidas a un contenido en particular, en grupos cerrados, creados por el docente en las redes sociales.

•             Generar acuerdos interinstitucionales y configuraciones de apoyo: la dimensión institucional. Estos acuerdos interinstitucionales que alcanzan a los docentes, al igual que las familias que funcionan como apoyo, son necesarios para que el alumno  experimente un sentido de pertenencia institucional . Las Tics, pueden solucionar esto desde la planificación docente conjunta que se puede realizar mediante los documentos de google (documentos y carpetas compartidas) lo cuál acortan distancias y afianzan lazos positivos para todos los alumnos.

•             Concientizar al alumnado sobre la necesidad de generar una política educativa inclusiva: la dimensión política-pedagógica. Toda política tiene diferentes estrategias para llegar a sus objetivos. Estas acciones se desarrollan en grupos que trabajan articuladamente para resolver las problemáticas planteadas. Una estrategia posible es trabajar sobre el concepto de igualdad en la diversidad. Promover mediante espacios reflexivos de convivencia la horizontalidad de derechos. Una manera de lograrlo es a través de los espacios creativos y talleres de expresión.

•             Fomentar una mirada ecléctica en el aprendizaje: la dimensión crítica. Aquí voy a hacer referencia a (Terigi, 2010):

“Me gusta que el título diga “cronologías de aprendizaje” porque lo que voy a tratar de plantearles es que nosotros hemos trabajado en la construcción del saber pedagógico, en la construcción en particular del saber didáctico, con la idea de un aprendizaje monocrónico. Un aprendizaje que sigue un ritmo que es el mismo para todos. Y aunque esto lo discutamos mucho en términos de “la “diversificación curricular”, etc., buena parte del saber pedagógico y en particular, insisto, el saber sobre la enseñanza, está estructurada sobre esta idea de un aprendizaje monocrónico.”

Para finalizar, las TICs como recursos de apoyo generar prácticas inclusivas si las proponemos en trabajo colaborativo y fomentamos la idea de aprendizaje autónomo. Como herramienta en este momento es parte de un estímulo importante para que el alumno no solo traspase las barreras del espacio y el tiempo, que aprenda no solo en la escuela, sino para la comunicación permanente, apuntando a las posibilidades personales y generando transferencia de conocimientos más allá de una clase. Por otro lado, refiriendo a la postura de Marisa Massone:

(Massone, 2011)

 

“Sabemos que hoy los modos de acceso y la forma de construcción de los saberes están cambiando. Las experiencias culturales de los niños y jóvenes están cada vez más atravesadas por los medios de comunicación y las nuevas tecnologías de la comunicación y la información. Resulta imprescindible pensar qué suponen estas transformaciones para la escuela y cómo ésta procesa las distancias generacionales y las   desigualdades sociales. Lejos de pensar el vínculo de la cultura escolar con la cultura mediática y con Internet en términos de divorcio, resulta importante que la escuela pueda traducir los cambios de la sociedad contemporánea en el currículum, incluyendo una lectura crítica de los medios audiovisuales y electrónicos.”

 

Parece ser que la única forma de alfabetización estaría centrada en la escritura y la lectura, pero si se atiende a lo que nos dice Guillermina Tiramonti:

 

“Es que, en el actual contexto, es un desafío renovar la tarea de enseñar de la escuela, hoy muchas veces secundarizada. ¿Por qué? Por las funciones asistenciales que se le han otorgado y que recortan el tiempo asignado a su función específica; por décadas de auge de teorías constructivistas, en ocasiones mal interpretadas en sus aportes, que han menoscabado la posición de transmisores de los adultos/docentes para considerarlos meros facilitadores o guías de los aprendizajes espontáneos de los alumnos y por la brecha cultural entre adultos y jóvenes que dificulta la función de transmisión” (Tiramonti, 2005).

De ello se infiere que adaptarse al nuevo contexto escolar implica apertura actitudinal y la posibilidad de aprender a reestructurar métodos pedagógicos-didácticos, apuntando a la no reproducción de lo tradicional, enmascarado en las TICs.

 

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