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Los sujetos escolares y el boletín

Me interesa postear el artículo que a continuación presento el link:

http://historiasdelasescuelas.blogspot.com.ar/2010/10/sistemas-de-calificaciones.html

Se denomina “Sistema de clasificaciones”, escrito por Mazzilli, Evangelina, retoma ideas centrales de Arata, Nicolás: El Boletín en Revista El Monitor.

El artículo presenta un análisis de los boletines a través del tiempo en cuanto a la estructura, organización y significación producidas por los diferentes actores escolares y su relación con la cultura escolar.

Además comparto éste link de la misma autora:

http://curriculum2e.wordpress.com/recomendados/

  En la primera escena me remito a pensar en mis propios boletines de calificaciones durante mi historia escolar primaria y secundaria, recuerdo cuando mi mamá se iba a retirar y en el mismo se detallaba minuciosamente las calificaciones de las diferentes materias. En ese momento la escuela tenía el poder de comunicar y los padres de aceptar sobre el avance o estancamiento. Siempre los boletines marcaban que mis notas eran buenas a excelentes, mi mamá no tenía de que preocuparse, por lo tanto a medida que pasaban los años cada vez me dejaba más sola en el aprendizaje, pues consideraba que yo podría sola, con los estudios. Eso significó para mí un verdadero condicionamiento, pues sabía que no la podría defraudar, que debía aprobar. Cuando fui a la universidad me di cuenta que las notas que se expresaban en los boletines de aquella primaria y secundaria, solo eran una pequeña porción del saber que en realidad tenía que aprender, y que para lograrlo debía acudir al trabajo colaborativo comprendiendo que la formación no sólo se trataba de lograr notas altas, sino en realidad de lograr un compromiso con lo que estaba estudiando es decir, con lo que deseaba ser, definiéndome como un sujeto constante y exigente.

En la segunda escena voy a narrar sobre el caso de una alumna en particular, quién también ha transitado ya por su educación primaria y actualmente se encuentra en la secundaria, éste caso decido narrar debido a que configura al sujeto de manera inversa a lo que yo escribía en la escena 1, es este caso, la alumna siempre ha tenido notas buenas a regulares, además debió rendir varias veces algunas materias como matemáticas y lengua, y a medida que fue avanzando en la secundaria fue desaprobando más materias hasta llegar a la repitencia escolar más de una vez. Siempre en sus boletines se mostraban notas como seis, siete y escasos ocho y nueve, eso generaba que éste sujeto se considerara a sí misma y a los que tenía a su alrededor un fracaso o un sujeto mediocre que no podía por sí mismo, a quién le costaría cualquier tipo de aprendizaje, y a quién se debía estar constantemente sobre para que pudiera lograr llegar a ser lo que la escuela aspiraba para con él. Sin embargo en la observación cotidiana de sus actos se demostraba un sujeto capaz de realizar actividades prácticas de manera eficiente, se denotaba excelente en los juegos electrónicos así como con una destreza para las artesanías y el arte en general, pero en la escuela no lograba dejar de ser un cinco o un seis. Hasta que al final decidió por sí mismo cambiarse de institución y de esa manera pudo lograr encauzarse pero situado ya desde un contexto diferente y con un grupo diferente. A partir de allí me pregunto ¿será que las instituciones en realidad no coartan las capacidades de los sujetos definiéndolos de una manera u otra y no dejando que sea el propio sujeto quién pudiera pensarse en relación a quién es y quién desea llegar a ser.

En relación con lo abordado en las escenas 1 y 2 y remitiéndonos al título del post sobre si los boletines pueden definir lo que un sujeto es, o puede llegar a ser, quisiera señalar que una de las funciones que poseen éstos en las instituciones educativas es una suerte de documentación a fin de brindar información a los padres sobre el desempeño cognitivo, conductual y emocional de los estudiantes, los cuales son relatados, firmados y sellados por los docentes, pero a su vez poseen una doble intencionalidad de quedar al resguardo frente a una queja de los mismos. Otra de las funciones que poseen los boletines por parte del sistema educativo, se relaciona con la acreditación de los aprendizajes y la certificación del grado obtenido y su promoción instalando en éste un poder que se basa en informar el avance o no de un alumno en las diferentes asignaturas, o el paso del año escolar. En éste punto se puede recuperar lo dicho por los autores de la clase 3 y 4 acerca de que el sistema de calificaciones puede generar una suerte de clasificación en los sujetos y por lo tanto promover procedimientos descalificadores. En este sentido la escuela con su modelo organizacional ha generado un modelo pedagógico que fuerza las formas de enseñar, las experiencias de aprendizaje de los alumnos y “construye” poblaciones, siempre al borde del estigma como por ejemplo, la de “sobre edad” o la de “población en riesgo educativo”. Categorías que sólo tienen sentido dentro en su propio universo como producciones de la cultura escolar, pero que en definitiva se extienden a toda la sociedad. En definitiva, la escuela se ha convertido hoy en día en una institución que moldea varias dimensiones de la sociedad a su imagen y semejanza. En éste sentido, es importante repensar al boletín como parte de la “cultura escolar” y develar, trasgredir su significación y estructura. El principal aspecto en éste sentido es que el estudiante muchas veces queda al margen, siendo que es él el principal destinatario, y que las valoraciones se realizan en torno a sus procesos, por ello sería importante que el realice una autoevaluación formándolo en una cultura responsable en torno a sus procesos educativos. Otra de las cuestiones que hacen al análisis es considerar que en los boletines generalmente se visualizan los resultados obtenidos de las diferentes evaluaciones trimestrales realizadas, reduciendo toda la tarea escolar a un aspecto cuantificable, medible, que a veces no se termina de correlacionar con los procesos vividos en las aulas, por ello debemos comprender que los boletines no son la realidad en sí misma, sino una representación simplificada de ella, y que muchas veces puede convertirse en una arma de doble filo transformándose en un mecanismo de subjetivación generando un moldeamiento en el sujeto etiquetándolo y marcándolo en lo que puede ser y hasta dónde puede llegar y cuáles son las metas que puede alcanzar y no lo que verdaderamente puede lograr. Es por ello que aún cuando pareciera que, por sus tradiciones, los boletines son difíciles de modificar entiendo que se debe analizar los criterios de su confección, quiénes, como intervienen en la producción de los mismos y como se produce la comunicación a los destinatarios principales que son nuestros estudiantes.

Ma. Teresita Quiroz

Escuela y Cine

Llevar el cine a la escuela significa, implicación y aprendizaje, un encuentro en lo común que representa incluir al otro, dar posibilidades para que elabore, re-elabore su propia trama educativa y de vida. E incluir también otras voces que nos permitan pensar proyectos educativos alternativos.

Proceso de construcción en donde se pueden situar mojones en su inicio, en la visualización de un problema y en los lugares de encrucijada y acuerdos.

María Silvina Serra (2006) nos habla que podemos otorgarle al cine la función de tramitar lo común, incluyendo en ese común: saberes, sentimientos, emociones, procesos de identificación.

El cine constituye un artefacto cultural capaz de narrar, de ubicarse con voz, como autor representar al mundo, con un lenguaje emotivo y masivo, teniendo la capacidad de formar identidades colectivas.

Los invitamos a ver las siguientes películas:

Sujeto, transitoriedad y evaluación

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Partiendo del pensamiento de Paul Ricoeur que sostiene que el hombre percibe el mundo tanto intelectual como corporalmente, podemos decir que esta relación entre intelecto y corporeidad se vinculan con todas las multirelaciones que el sujeto establece a lo largo de su vida, y por lo tanto todas sus acciones son evaluadas desde si mismo des esta múltiple perspectiva.-

Está muy bien, en este caso,  tener en cuenta que el concepto de cuerpo que presenta Ricoeur no se ata únicamente a lo afectivo y sensorial. “somos siempre conciencia en un cuerpo”[1], por lo tanto toda vivencia está atravesada por lo intelectual y por lo corporal, y manifestadas a través de la expresión simbólica del lenguaje, el cual se manifiesta de múltiples manera: palabras, gestos, actitudes.-

Con esto podemos interpretar que todas las identidades que se van tejiendo a lo largo de la vida de un sujeto son siempre provisorias, por lo tanto pretender homogeneizar, estandarizar y cimentar propuestas para todos los aspectos de la vida de un sujeto es un grave error, del cual la educación también debe hacerse cargo y debe tratar de revertir.-

Continuamos la reflexión entendiendo que el sujeto es un ser histórico y que se va encarnando dentro de una cultura, un tiempo y un espacio, teniendo en cuenta que  estas categorías: cultura, tiempo y espacio, varían, trasmutan, se acomodan a la cosmovisión y al proceso que el transcurso del devenir histórico va dando.-

Teniendo en cuenta que entendemos  al sujeto como multiplicidad de posibilidades, de horizontes, consideramos que es totalmente errado petrificar significaciones queriendo que las mismas atraviesen los tiempos y se instalen como referentes con validez universal y permanente; esto es una realidad que aún resulta impensable para la mayoría de los docentes que transitan la educación en todos sus niveles, y también para el sistema educativo en si mismo.-

Los diseños curriculares actuales nos permiten soñar con la incorporación de nuevos modelos desde los procesos de enseñanza y aprendizaje hasta los modelos evaluativos, pero cuando se pisa la realidad no tropezamos con un cierto grado de imposibilidad e impotencia para dar origen a estos cambios, que según la nueva concepción de sujeto, resultan indispensables.-

Acomodando este relato al tema que nos convoca que es la evaluación de los aprendizajes y su materialización a través de una nota numérica, entendemos que se da un quiebre entre este perfil de sujeto y los modos con los cuales se establecen hoy estos parámetros evaluativos.-

Al inicio dijimos, en conceptos de Paul Ricoeur que toda persona es el resultado de la integración entre intelecto y corporeidad, mente y espíritu, subjetividad y materialidad, por lo tanto para que un proceso evaluativo no genere un choque con esta concepción resulta interesante tener en cuenta que el sujeto de una actividad escolar no es un sujeto abstracto, sino alguien concreto que necesita del acompañamiento en este tiempo fundamental de su vida, y dentro de esta inclusión escolar, la evaluación, es la que tiene la palabra en el momento de la acreditación o no de los saberes, lo cual afecta necesariamente la vida emocional del sujeto.-

El desfasaje se produce cuando queremos introducir modelos evaluativos anquilosados dentro de una concepción nueva de sujeto, allí se producen estos grandes quiebres, frustraciones, desilusiones que luego son difíciles de revertir.-

Nos gustaría aquí tomar dos conceptos de evaluación de la autora EmilceElichiry: “evaluación es el resultado de un proceso de construcción que incluye la interacción de factores políticos, culturales, axiológicos y de representaciones sociales” (Elichiry, 1997). La autora  explica claramente en su conceptualización que todas las dimensiones del sujeto se integran en ese momento de evaluar, y por lo tanto la expresión final de la misma debe ser el producto o resultado de esta integración de factores y a la vez que el sujeto se sienta reflejado, identificado con este resultado final.-

Muchos otros autores focalizan la interpretación de la evaluación con el fracaso escolar, y creemos fehacientemente que es así, si tuviéramos el ánimo de generar estos cambio en la evaluación sin dudas que se podría revertir el fracaso escolar, pero para que esto se logre no depende una dos personas, sino de políticas educativas que permitan la operatividad de estos cambios, los cuales sabemos, no son de un momento a otro sino parte de un proceso complejo que integra lo personal, lo social , lo cultural y lo institucional.-

Como un aporte más, se nos ocurre pensar si el comienzo de este cambio no puede darse desde la modificación de la estructura de los “famosos boletines escolares” de modo que tanto los estudiantes como sus padres los interpreten como PROCESO y no como FIN,  entonces los resultados serían diferentes.-


[1] Paul Ricoeur, supuesto metafísico de que el hombre es un ser encarnado

Descripción de escenas

Las escenas educativas se inscriben en la cultura escolar configurando sentidos y significaciones acerca del hacer pedagógico. Las escenas hacen volver la mirada sobre lo cotidiano en el sentido de lo diario de lo que sucede en el día a día, lo que implica ser capaces de desnudar el significado de lo que allí se produce, reconociendo el potencial de la experiencia, leyendo tramas, discursos y prácticas que se expresan diariamente.

Las escenas que a continuación se describen abren a la posibilidad de narración, problematización y lectura de la cotidianeidad en forma conjunta como práctica entre varios, que intenta ligar lo “desligado”,  crear un nuevo lazo social, nos dice Zelmanovich (2009), para lo cual es necesario volver sobre el lugar que cada uno ocupa, desde un discurso particular, fortaleciendo saberes y trayectorias

Escena 1 (DANIELA)

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Elegir una de las experiencias, que no son sólo señales que indican, sino que son interpelaciones a nuestro accionar, no es una tarea sencilla. Ver y contar la historia en un momento, de eso se trata tal vez este intento de expresión.

Durante mi paso por la cátedra Residencia del Profesorado de Primaria concurrí a una entrega de boletines…acostumbrada a llegar y a que muchos de los niños se acercaran para preguntar quién era…ese olor a tiza y a comida al mismo tiempo con el telón de fondo de risas y gritos  parecía que habían desaparecido…se respiraba en el aire algo distinto una mezcla de angustia, ansiedad, incertezas…

En el salón de actos la estudiante a quien iba a observar se encontraba con la docente arreglando por orden alfabético los boletines, me acerque salude y me senté mientras los padres iban llegando…la directora inicia la reunión comentando lo recaudado por el ultimo mate bingo organizado por la escuela, mientras ella habla podía observar como los papas que llegaban se sentaban atrás…luego cada docente se separaba con los padres de su grupo de alumnos…la maestra inicia la conversación sobre los alumnos que no aprobaron el trimestre, de a poco los gestos y miradas de los padres fueron cambiando, me llamo la atención porque nadie hablo ni hizo comentario sobre la devolución que hizo la maestra solo asentían con la cabeza…por allá atrás una mama pregunta cuales eran los materiales que debían traer para el segundo trimestre…la reunión fue de 20 minutos….

¿Qué sucedió allí? ¿Qué se produjo en ese encuentro? ¿Cómo pensar la devolución de un proceso de enseñanza y aprendizaje? ¿Qué herramientas construyen los estudiantes de los profesorados para construir otras  formas de devolución y comunicación?

Formar docentes es mi función, mi labor cotidiana…Sostener un proceso de formación, además de complejo es desafiante. Porque nos involucramos en el camino de otros, los marcamos, pero no controlamos los efectos de lo dado…se juega algo de la transmisión

 Escena 2 (ANALIA)

Ante la propuesta que nos hacen sobre el análisis de boletines escolares me  surgen inmediatamente una serie de interrogantes ante el escenario histórico de los mismos que se configuran como presencias fantasmáticas, enigmáticas que guardan en sí mismos un misterio, un silencio elocuente que materializa un pasado, que refiere a un presente e interroga el futuro:

¤        ¿cultura o fragmentación?… o ¿cultura y fragmentación? …

¤        O tal vez ¿cultura y vinculación?… ¿identidad cultural?… ¿cosmovisión?

¤        ¿Cuál es la relación hoy entre el boletín y las trayectorias educativas de los sujetos?

¤        ¿Quiénes entran en el juego?

¤        ¿Qué representaciones subjetivas construyen y se construyen en los sujetos desde estas prácticas institucionalizadas respecto de la evaluación de los aprendizajes?

También considero de gran relevancia entrar en el imaginario social, escolar y familiar respecto de este instrumento que en la historia de la escuela siempre ocupó y ocupa un lugar preponderante. Es así como dialogué con mamás, docentes y directivos a fin de recabar opiniones y me encontré con la más variada gama de respuestas, observando, en muchos casos sobre todo de los padres, que se instituye como un soporte de control de la trayectoria de sus hijos en la edad escolar. Respecto de los docentes y directivos, varios de ellos aún con las improntas propias del conductismo, otros con ideas más avanzadas tomando esta materialidad como parte del proceso de la formación de los educandos.-

La materialidad del boletín: “un camino recorrido un camino por recorrer”

usted es la culpable

Desde el abordaje de este eje intentamos hacerle un lugar en la agenda educativa a un tema que por momentos pareciera menor, pero que ocupa un lugar importante en la docencia haciendo irrupción en la cotidianeidad  de los docentes, los estudiantes y las familias: el boletín.

El boletín  es un híbrido  que ha sido objeto de polémicas entre maestros y pedagogos, es el producto ente lo deseado y lo posible, entre lo innovador y lo conservador.

Nos proponemos desarmar, como si fuera un reloj, y mostrarles su funcionamiento interno, no como algo simple sino para ver como determinadas prácticas de evaluación son construcciones históricas-políticas, que marcan y dejan huellas en los sujetos.

Pero también volver a mirar las prácticas de evaluación con el propósito de desnaturalizarlas, haciendo foco en como construir estos instrumentos de devolución y comunicación que nos hablan de  la trayectoria formativa de los alumnos y de nuestras propias prácticas.

Intentaremos construir interrogantes que puedan producir interrupciones en nuestras prácticas a la hora de bosquejar las evaluaciones y comunicar las valoraciones que se vuelcan en los boletines

Con la aspiración de ir haciendo lugar a lo nuevo, de no cerrar el análisis, de revisar recorridos propios, lo que posibiliten  develar preocupaciones e inquietudes escolares en tiempos y espacios para pensar, para construir, buscando alternativas en un “equilibrio inestable”, en movimiento.

Movimiento que  nos permite como docentes ir construyendo otros sentidos sobre el hacer cotidiano, donde enseñar y aprender parten de analizar las reglas, valores y normas que atraviesan el discurso educativo en sus formas institucionalizadas, confrontándolo con los sentidos que en la práctica expresan su continuidad o discontinuidad.

Analia y Daniela, docentes cursantes de la Especialización en Currículo y Prácticas Escolares (FLACSO)