Todas las entradas de: Maria Teresita Quiroz

A continuación les dejo un Fragmento de la película la Educación Prohibida donde muestra Imágenes de estudiantes con sus calificaciones habituales y las Diferentes expresiones de cómo la resignifican. 

http://www.youtube.com/watch?v=NeOKXfzV4bU

 

Portada  de la película "Entre los Muros"

Portada de la película “Entre los Muros”

En este Video que a continuación presento, se evidencia una escena en la que el profesor pregunta a una alumna que fue lo que aprendió en la escuela, la alumna le dice que en la escuela no aprendió nada, sin embargo para sorpresa del profesor cuenta que en su casa leyó un libro de Platón. Esto nos da la pauta que muchas veces nuestros alumnos se forman y aprenden de manera significativa en otros contextos, quedando desarticulado el saber que traen con lo que se enseña en la escuela. A propósito de los boletines me pregunto ¿Qué calificaciones habrá obtenido esa alumna en sus boletines?  

http://www.youtube.com/watch?v=nl8sLgFj4v0

 

 

 

Me interesa postear el artículo que a continuación presento el link:

http://historiasdelasescuelas.blogspot.com.ar/2010/10/sistemas-de-calificaciones.html

Se denomina “Sistema de clasificaciones”, escrito por Mazzilli, Evangelina, retoma ideas centrales de Arata, Nicolás: El Boletín en Revista El Monitor.

El artículo presenta un análisis de los boletines a través del tiempo en cuanto a la estructura, organización y significación producidas por los diferentes actores escolares y su relación con la cultura escolar.

Además comparto éste link de la misma autora:

http://curriculum2e.wordpress.com/recomendados/

  En la primera escena me remito a pensar en mis propios boletines de calificaciones durante mi historia escolar primaria y secundaria, recuerdo cuando mi mamá se iba a retirar y en el mismo se detallaba minuciosamente las calificaciones de las diferentes materias. En ese momento la escuela tenía el poder de comunicar y los padres de aceptar sobre el avance o estancamiento. Siempre los boletines marcaban que mis notas eran buenas a excelentes, mi mamá no tenía de que preocuparse, por lo tanto a medida que pasaban los años cada vez me dejaba más sola en el aprendizaje, pues consideraba que yo podría sola, con los estudios. Eso significó para mí un verdadero condicionamiento, pues sabía que no la podría defraudar, que debía aprobar. Cuando fui a la universidad me di cuenta que las notas que se expresaban en los boletines de aquella primaria y secundaria, solo eran una pequeña porción del saber que en realidad tenía que aprender, y que para lograrlo debía acudir al trabajo colaborativo comprendiendo que la formación no sólo se trataba de lograr notas altas, sino en realidad de lograr un compromiso con lo que estaba estudiando es decir, con lo que deseaba ser, definiéndome como un sujeto constante y exigente.

En la segunda escena voy a narrar sobre el caso de una alumna en particular, quién también ha transitado ya por su educación primaria y actualmente se encuentra en la secundaria, éste caso decido narrar debido a que configura al sujeto de manera inversa a lo que yo escribía en la escena 1, es este caso, la alumna siempre ha tenido notas buenas a regulares, además debió rendir varias veces algunas materias como matemáticas y lengua, y a medida que fue avanzando en la secundaria fue desaprobando más materias hasta llegar a la repitencia escolar más de una vez. Siempre en sus boletines se mostraban notas como seis, siete y escasos ocho y nueve, eso generaba que éste sujeto se considerara a sí misma y a los que tenía a su alrededor un fracaso o un sujeto mediocre que no podía por sí mismo, a quién le costaría cualquier tipo de aprendizaje, y a quién se debía estar constantemente sobre para que pudiera lograr llegar a ser lo que la escuela aspiraba para con él. Sin embargo en la observación cotidiana de sus actos se demostraba un sujeto capaz de realizar actividades prácticas de manera eficiente, se denotaba excelente en los juegos electrónicos así como con una destreza para las artesanías y el arte en general, pero en la escuela no lograba dejar de ser un cinco o un seis. Hasta que al final decidió por sí mismo cambiarse de institución y de esa manera pudo lograr encauzarse pero situado ya desde un contexto diferente y con un grupo diferente. A partir de allí me pregunto ¿será que las instituciones en realidad no coartan las capacidades de los sujetos definiéndolos de una manera u otra y no dejando que sea el propio sujeto quién pudiera pensarse en relación a quién es y quién desea llegar a ser.

En relación con lo abordado en las escenas 1 y 2 y remitiéndonos al título del post sobre si los boletines pueden definir lo que un sujeto es, o puede llegar a ser, quisiera señalar que una de las funciones que poseen éstos en las instituciones educativas es una suerte de documentación a fin de brindar información a los padres sobre el desempeño cognitivo, conductual y emocional de los estudiantes, los cuales son relatados, firmados y sellados por los docentes, pero a su vez poseen una doble intencionalidad de quedar al resguardo frente a una queja de los mismos. Otra de las funciones que poseen los boletines por parte del sistema educativo, se relaciona con la acreditación de los aprendizajes y la certificación del grado obtenido y su promoción instalando en éste un poder que se basa en informar el avance o no de un alumno en las diferentes asignaturas, o el paso del año escolar. En éste punto se puede recuperar lo dicho por los autores de la clase 3 y 4 acerca de que el sistema de calificaciones puede generar una suerte de clasificación en los sujetos y por lo tanto promover procedimientos descalificadores. En este sentido la escuela con su modelo organizacional ha generado un modelo pedagógico que fuerza las formas de enseñar, las experiencias de aprendizaje de los alumnos y “construye” poblaciones, siempre al borde del estigma como por ejemplo, la de “sobre edad” o la de “población en riesgo educativo”. Categorías que sólo tienen sentido dentro en su propio universo como producciones de la cultura escolar, pero que en definitiva se extienden a toda la sociedad. En definitiva, la escuela se ha convertido hoy en día en una institución que moldea varias dimensiones de la sociedad a su imagen y semejanza. En éste sentido, es importante repensar al boletín como parte de la “cultura escolar” y develar, trasgredir su significación y estructura. El principal aspecto en éste sentido es que el estudiante muchas veces queda al margen, siendo que es él el principal destinatario, y que las valoraciones se realizan en torno a sus procesos, por ello sería importante que el realice una autoevaluación formándolo en una cultura responsable en torno a sus procesos educativos. Otra de las cuestiones que hacen al análisis es considerar que en los boletines generalmente se visualizan los resultados obtenidos de las diferentes evaluaciones trimestrales realizadas, reduciendo toda la tarea escolar a un aspecto cuantificable, medible, que a veces no se termina de correlacionar con los procesos vividos en las aulas, por ello debemos comprender que los boletines no son la realidad en sí misma, sino una representación simplificada de ella, y que muchas veces puede convertirse en una arma de doble filo transformándose en un mecanismo de subjetivación generando un moldeamiento en el sujeto etiquetándolo y marcándolo en lo que puede ser y hasta dónde puede llegar y cuáles son las metas que puede alcanzar y no lo que verdaderamente puede lograr. Es por ello que aún cuando pareciera que, por sus tradiciones, los boletines son difíciles de modificar entiendo que se debe analizar los criterios de su confección, quiénes, como intervienen en la producción de los mismos y como se produce la comunicación a los destinatarios principales que son nuestros estudiantes.

Ma. Teresita Quiroz