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Acerca de la evaluación y los boletines en escuelas del ámbito rural

Quiero rescatar un tema que a mí particularmente me interesa que es la educación en ámbitos rurales, a partir del plurigrado. En estos casos, tal como plantea Terigi (2006), la gradualidad se cumple dentro de una sección múltiple. Allí se plantean estrategias metodológicas y actividades que rompen con las formas de trabajo de escuelas con secciones convencionales con alumnos de una misma edad o de un mismo grado en el aula. Y me pregunto qué pasa con la evaluación, la calificación y con la información que se escribe en los boletines, por ejemplo ¿se califica el grado de autonomía alcanzado por los alumnos, o el trabajo colaborativo entre alumnos de grados diferentes que trabajan y aprenden juntos? ¿Qué se informa en esos boletines?, si se piensa en estrategias evaluativas que no den como resultado calificaciones individuales ¿cómo se vuelca esa información en un boletín común? Los saberes que se acreditan ¿incluyen los contenidos y conocimientos alrededor de las tecnologías y los medios? Porque si se piensa en diferentes formas y capacidades resultantes de estas heterogéneas maneras de enseñar y de aprender, eso ¿se contempla en los boletines? ¿O los boletines siguen siendo idénticos, homogéneos, comunes a las escuelas graduadas con sección única?

Por otro lado pienso en cómo se podría resolver la información que entrega o trasmite un boletín si propongo un trabajo alrededor de proyectos interdisciplinarios en un aula rural, donde la gradualidad existe porque es parte del sistema, pero hay otro tipo de experiencias, aprendizajes, saberes circulando que no aparecen en la lista del boletín.

Bueno, como verán, lo mío son todas preguntas, no logro encontrar respuestas posibles, para un sistema educativo como el nuestro, que sigue manteniendo algunas características idénticas desde hace más de 130 años.

Mabel Diaz

Sobre los sujetos y la evaluación…

En relación a la construcción de la subjetividad, justamente esta viñeta muestra de manera muy clara este proceso implícito que significa una “buena” calificación para un alumno.

Aquí también aparece esta idea del mensaje que traen las calificaciones/los boletines/las pruebas/los exámenes: “para el profesor las notas son un medio de controlar el trabajo y el comportamiento de sus alumnos. La evaluación remitida  al alumno o al grupo nunca tiene por único fin situar a cada uno en su justo nivel de excelencia. Es un mensaje, cuyos fines son pragmáticos. ” (Perrenoud; 2008: 40)

 

Mafalda y la ironía sobre el tema…

En palabras de Perrenoud (2008) “Se considera que los alumnos tienen éxito o fracasan en la escuela porque se los evalúa, en función de exigencias manifestadas por los docentes u otros evaluadores, que siguen los programas y otras directivas dictadas por el sistema educativo.” (Pág. 29)Tal vez pensando desde Manolito de la tira Mafalda, ¿por qué no se evaluarán los saberes que los alumnos poseen, traen, y sólo los hacen de los saberes/conocimientos válidos para la escuela?

 

Para seguir pensando en el valor de los boletines, y como disparador en una reunión de personal

“Profesores, hermanos míos, os lo suplico; pensad en vuestros colegas cuando, en el silencio de la sala de profesores, escribís en los boletines que «el tercer trimestre será decisivo». Timbrazo instantáneo de mi teléfono:

—¡El tercer trimestre, narices! La decisión está ya tomada desde el principio, claro.

—El tercer trimestre, el tercer trimestre, la amenaza del tercer trimestre le trae sin cuidado, ¡jamás ha hecho un solo trimestre como es debido!

—El tercer trimestre… ¿Cómo quiere usted que recupere semejante retraso en tan poco tiempo? Saben perfectamente que con tanta fiesta el tercer trimestre tiene más agujeros que un queso de gruyére…” (Pennac, D.; 2008: 15)

Siguiendo a Perrenoud (2008) la pregunta será: ¿de qué está hecha la excelencia escolar? y en ese sentido, cuáles son los mecanismo que dan lugar a estas escalas, calificaciones, frases con apreciaciones que van desde deseos, acusaciones, calificación, ánimos y sentencia en las observaciones.

Para comenzar, una imagen muy representativa

Esta contratapa del libro de Daniel Pennac, llamado “Mal de escuela” del año 2008, da pie a muchas de las ideas que intentaremos plantear, para reflexionar sobre los elementos que aparecen.

 Es decir, por un lado aparecen las disciplinas, rígidamente separadas entre sí, luego la calificación correspondiente al trimestre y luego un mensaje, que conjuga deseos, valoraciones, incentivos, denuncias. Y cierra con una frase que el mismo autor luego analiza: El tercer trimestre será decisivo.

 

Reflexionar sobre el tema que seleccionamos nos vincula con la problemática de la evaluación en general y de los boletines, en relación a los procesos educativos y los sujetos.

El boletín debería poder desmarcarse de la significación de “control” y dar cuenta de qué se enseña y qué se aprende, para alcanzar una plena e integral formación de la persona.

Particularmente nos encontramos en un dilema, ya que pensamos a la evaluación como un componente de la propuesta didáctica, pero que por razones propias del sistema educativo nos obligan a plantear jerarquías, calificar, cerrar con una nota, poner “nota”, “ponderar”. Calificación que luego se traslada a planillas, que finalizan su recorrido en el boletín. Y los boletines se convierten en el objeto que “concretiza”, que cierra este período.

Por otro lado los saberes que intentamos transmitir, los conocimientos que esperamos sean apropiados por nuestros estudiantes, que sean discutidos, reflexionados por nuestros alumnos, nos dan el espacio para la evaluación, el tiempo de poder “ver” qué está sucediendo en los sujetos y su subjetividad. Poder “mirar, reflexionar y actuar” para conocer el camino que recorre el alumno y cómo lo recorre, para detectar lo positivo y lo negativo, las dificultades y las posibilidades de cada uno.

Pero esos procesos, tal como actualmente están planteados,  generarán estratos, jerarquías que marcan, dejan huella, pero que son parte de la cultura escolar. Es casi imposible pensar en una escuela sin boletín y por eso, nos parece interesante pensar en los boletines a lo largo de la historia reciente y sus vínculos con los sujetos y saberes.