El boletín en el nivel primario se puede pensar y analizar teniendo en cuenta varias dimensiones. Las emociones asociadas a este documento es una de ellas.

Las notas representan, en la vida del escolar, un papel considerable. Cuando se llega al momento de completar el boletín se tiene que determinar en una calificación sea nominal u ordinal todos los procesos y los conocimientos que se desarrollan en un determinado periodo del año. El boletín presenta información sobre el progreso del alumno, teniendo en cuenta el grado de madurez y el ritmo de aprendizaje en las distintas áreas del currículum así como también la formación de hábitos, habilidades y actitudes valorativas dentro del ámbito escolar y sus intereses particulares para las distintas actividades.

En este proceso el docente pone en juego emociones que van desde la responsabilidad de la tarea, sus propios recuerdos que lo retrotraen a su propia historia escolar, la necesidad de la objetividad que en ciertos momentos se hace muy difícil, la generación de las preguntas sobre la claridad en los criterios y en la representación de la calificación. Pero a su vez también están los sentimientos que experimentan los alumnos y las familias ya que  las notas que se plasman en el boletín son las que establecen el saldo de su actividad cotidiana, de sus progresos mensuales y anuales y pueden constituir para él un documento que va a acompañarlo hasta la vida adulta, y conforme al cual será juzgado por su familia y compañeros.

La calificación expresada en el boletín puede desatar una serie de impactos en el desarrollo de la vida adulta de los alumnos, y también podría acarrear efectos inmediatos en el seno familiar.

1era escena

Cuando tuve que reflexionar acerca de los boletines en la escuela, enseguida lo relacione con mi propia experiencia en los primero años de la escuela primaria. Yo era una de las alumnas más chicas ya que cumplo los años en el mes de Mayo, por lo que ingrese en primer año con 5 años cuando había otros chicos que me llevaban hasta 10 meses de diferencia. No se si se refería a una cuestión pedagógica o institucional pero tuve la misma maestra en primero y segundo grado. La cual planteaba respecto a mi aprendizaje la falta de prolijidad en el desarrollo de las actividades en el cuaderno, y comparaba otros cuadernos, y mostrándoles a todos como se debían hacer las actividades y cómo no había que hacerlas en base a mi cuaderno. Yo en la actualidad soy Licenciada en Ciencias de la Educación y hay una pregunta que me surge a partir de esta experiencia y está relacionada con la arbitrariedad en la decisión sobre la edad en la cual los niños entran en el nivel primario teniendo en cuenta que el nivel de desarrollo en los chicos no es el mismo como así los ritmos de aprendizajes, el apoyo de las familias y mucho otros factores presentes en el aprendizaje.

2nda Escena

Comentándole sobre el tema elegido para el presente trabajo a una colega, comenzó a reflexionar sobre el tema de modo informal y me conto sobre su experiencia con su ahijado, el cual recientemente se había cambiado de colegio ya que el colegio anterior, las clases eran numerosas y eran muy rígidos con la disciplina lo cual no hacia ningún favor a la conducta del chico. En cambio en la nueva escuela, una escuela donde las cuestiones pedagógicas son más importantes y hay menos alumnos, el chico había encontrado la forma de mejorar en la escuela, inclusive en asignaturas como inglés donde no conseguía generar los aprendizajes que le proponían,  y las calificaciones. Por lo que en el momento que vio a la persona que me relataba la experiencia, lo primero que le dijo fue ¿querés ver mi boletín?…

Las evaluaciones son mediciones, son juicios de valor que toman algunos datos y momentos de un proceso, y que nunca lo abarcan todo.

Más de una vez, en los boletines se colocan las calificaciones obtenidas en una prueba como si ella pudiera ser la expresión más fiel de todos los trabajos realizados, el proceso de aprendizaje seguido en los trabajos grupales, la participación en el aula, la curiosidad manifestada en las preguntas y en las respuestas. Con el furor evaluativo, que además solo suele considerar a la medición cuantitativa como la única fiable, se corre el riesgo de creer que lo que no puede evaluarse de esa manera no sirve, no existe, o no importa.

Tal como afirma Edith Litwin en su texto es importante preguntarse ¿A quiénes van dirigidos los boletines? Pregunta nos lleva a una dificultad en torno al destinatario ¿“Padre, tutor? ¿O alumnas y alumnos? La respuesta no es banal. Las y los docentes utilizan este espacio la mayoría de las veces como un lugar de documentación dirigido a los padres. Sin embargo, entendemos que el principal destinatario es el estudiante que entiende que merece o no las notas obtenidas. En los casos de los boletines que se acompañan en este trabajo vemos ejemplos donde diferentes docentes dan información a los padres sobre el desarrollo de sus hijos, lo que puede entenderse como un intento de hacerlos participes de la educación de sus hijos. También vemos como en estos casos los docentes hacen alusiones a diferentes aspectos del desarrollo de los niños, se refieren a cuestiones actitudinales, cognitivas y procedimentales sin distinción. Es interesante explicar estas prácticas desde la idea que la escuela primaria produce cambios en la crianza tal como Flavia Terigi plantea en la clase 4. La crianza de los niños se ve intervenida por prácticas que son posibles por la difusión de la escuela primaria. Las prácticas de crianza transformadas por la escuela revierten, por su parte, sobre la escuela, y se abre el problema didáctico de cómo potenciar los aprendizajes de los niños y niñas cuyas prácticas de crianza les anticipan el contacto previo a la escuela con objetos de conocimiento que son contenidos escolares. Señalando, no de manera peyorativa, que no todas las familias son iguales, debemos reflexionar sobre las emociones, los sentimientos que generan las calificaciones volcadas en los boletines entendiendo que pretenden plasmar en una nota o en una serie de frases el desarrollo y el aprendizaje de los niños.

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